“En ningún momento autoricé que se pagase a nadie para que se quedara callado. No compré el silencio de nadie [...] no tengo nada para esconder. No renunciaré [...] exijo una investigación rápida y efectiva para dar aclaraciones al pueblo brasileño”. Esas fueron algunas de las frases que dijo en la conferencia de ayer el presidente brasileño, desterrando todas las dudas que existían sobre su continuidad en el cargo. El mandatario no despejó las sospechas más fuertes que recaen sobre él, que son si efectivamente avaló el pago de coimas al ex diputado Eduardo Cunha para que mantuviera silencio sobre lo que sabe de la corrupción en Petrobras -en ningún momento se lo acusó de sobornarlo él mismo- o si promovió otros actos de corrupción, tal como se insinúa en la grabación filtrada por O Globo el miércoles.

En las horas previas a que Temer hablara, el cerco se venía estrechando a su alrededor en varios frentes. En lo político, los medios brasileños informaban que varios de sus ministros estaban preparando su renuncia y que la mayoría de los partidos que lo respaldan en el Congreso retirarían su apoyo. En lo judicial, el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Edson Fachin había autorizado la apertura de una investigación en su contra por obstrucción de la Justicia y levantó el secreto de sumario, con lo cual se conocerían las grabaciones. Además, los pedidos de juicio político en su contra se acumulaban en la Cámara de Diputados -al cierre de esta edición se habían presentado ocho- y las convocatorias a movilizaciones exigiendo su renuncia se multiplicaban en las redes sociales.

A lo largo de la jornada de ayer Temer dio a entender que hay una conspiración en contra de su gobierno y llamó la atención sobre que la grabación se hizo pública en este momento.

O Globo no agregó ayer información sobre cómo obtuvo la grabación, que fue realizada mediante un acuerdo entre la Justicia y los dueños del frigorífico JBS, Joseley y Wesley Batista, involucrados en el esquema de corrupción en Petrobras. A diferencia de otros acuerdos de este tipo, los hermanos no se comprometieron a revelar lo que sabían sino a colaborar con la Policía Federal en la obtención de pruebas significativas para que avance la investigación. En ese marco se hicieron las grabaciones de las conversaciones de Joseley con Temer y con Aécio Neves y se tomaron fotografías -publicadas ayer en varios medios- de encuentros en los que se hicieron traspasos de dinero mencionados o insinuados en las conversaciones. Es la primera vez que el equipo de investigación del caso Petrobras recurre a este tipo de métodos para obtener pruebas. Ayer el juez Fachin recibió estas pruebas y las incorporó a la causa, además de aprobar un pedido de la Procuraduría General para que se investigue si el presidente obstruyó la Justicia al avalar los presuntos sobornos a Cunha. En otras acciones judiciales vinculadas a las grabaciones, se hicieron allanamientos en varios despachos y se recuperaron bolsas con dinero utilizado en la operación protagonizada por los hermanos Batista. Además, fue detenido el fiscal Ângelo Goulart Villela, después de que Joseley Batista le dijera a Temer en la grabación que lo estaba sobornando hacía meses para que le adelantara información sobre la investigación judicial en contra de él y de su hermano.

Por otra parte, el STF suspendió en su cargo de senador a Neves, quien habría pedido a JBS unos 700.000 dólares en coimas, pero Fachin rechazó pedir su arresto. Quienes sí fueron detenidos son su hermana, Andrea Neves, y su primo, Frederico Pacheco, que habrían participado en el intercambio de dinero.

Anoche, mientras la oposición se movilizaba para exigir elecciones directas -previstas recién para octubre de 2018-, los partidos más importantes que respaldan al gobierno de Temer en el Congreso no habían definido qué posición adoptarán de ahora en más.

El más trascendente en términos políticos es el apoyo del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB); por el número de representantes que tiene en ambas cámaras, por los ministros que tiene en el gabinete -entre ellos el canciller- y porque la unión de dos de los tres partidos más grandes del país permite presentar al gobierno de Temer como uno de unidad nacional. En las primeras horas de ayer varios dirigentes de la formación dijeron públicamente que el partido debe dejar de apoyar al gobierno y pedir elecciones directas, pero el presidente que asumió en sustitución de Neves, el senador Tasso Jereissati, pidió que no se tomen decisiones hasta que no se produzca una reunión con Temer. Antes de eso, ya había renunciado el ministro de Ciudades, Bruno Araújo.

Otros partidos que apoyan a Temer mantuvieron encuentros ayer, pero casi todos decidieron escuchar las grabaciones, que fueron reveladas anoche, antes de tomar una decisión.