A poco más de un mes de asumir la presidencia de Francia, Emmanuel Macron tuvo que renovar cuatro de los 18 ministerios de su gabinete. Los titulares de Justicia, Defensa, Asuntos Europeos y Cohesión Territorial dejaron sus cargos debido a que enfrentan acusaciones de corrupción.

Tres de esos ministros pertenecían al partido centrista Movimiento Demócrata (MoDem), que fue aliado de Macron en las elecciones y que está acusado de hacer uso indebido de fondos que recibían sus diputados en el Parlamento Europeo. Se investiga si utilizaron recursos que estaban destinados a contratar asistentes parlamentarios para pagar sueldos de personas que también trabajaban para el partido.

Los integrantes del gabinete involucrados en este caso son el líder del MoDem, François Bayrou ministro de Justicia, Sylvie Goulard, de Defensa, y Marielle de Sarnez, de Asuntos Europeos.

“Nunca lo hicimos”, dijo Bayrou, y aclaró que aunque abandonó el gabinete, sigue apoyando a Macron. Dijo también que dejaba el ministerio para no debilitar al gobierno y para dedicarse a preparar su defensa, porque hacerlo mientras mantiene su cargo es “como boxear con las manos atadas en la espalda”, citó el diario Libération. Su caso fue el que más ruido hizo, en particular porque unas semanas antes había presentado una ley contra la corrupción.

El cuarto ministro que dejó su cargo fue el socialista Richard Ferrand, titular de Cohesión Territorial, que enfrenta sospechas de nepotismo. Lo reemplazó Jacques Mezard, que era ministro de Agricultura, y en esta cartera quedó otro socialista, Stéphane Travert.

Tres días antes de que Macron se viera en la necesidad de buscar nuevos ministros, su partido, La República en Marcha, había ganado las elecciones legislativas con una mayoría amplia. Consiguió 308 escaños de un total de 577. Ayer la dirigente del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, acusó al presidente de haberse “aprovechado de François Bayrou durante la campaña presidencial”. Le Pen dijo que “ahora que tiene una mayoría parlamentaria sin el MoDem, lo descarta como un trapo viejo”, lo cual “es muy revelador del espíritu del presidente de la República”. Por otra parte, el Frente Nacional enfrenta las mismas acusaciones que el MoDem sobre el uso irregular de recursos del Parlamento Europeo.

Aunque Macron no necesita aliados en el Parlamento, ayer los encontró. El diputado Thierry Solère, del partido de derecha Los Republicanos (fundado por el ex presidente francés Nicolas Sarkozy), anunció que liderará una bancada escindida de esa organización política que apoyará varias reformas promovidas por el gobierno. Según informó la agencia Efe, la integrarán unos 20 diputados, entre ellos el presidente del partido Unión Demócrata Independiente (UDI), Jean-Christophe Lagarde, y se denominará “Republicanos constructivos, UDI, independientes”.