Las autoridades chinas liberaron al activista por los derechos humanos y premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, semanas después de ser diagnosticado con un cáncer de hígado en etapa avanzada, informó ayer su abogado, Mo Shaoping. El disidente chino, de 61 años, fue trasladado de la cárcel a un hospital de la provincia de Liaoning, al norte de China, donde permanece internado.

En un breve comunicado publicado en su página web, el Departamento de Prisiones de Liaoning confirmó la liberación “condicional” de Liu por “cuestiones médicas” y aseguró que está siendo tratado por un equipo médico de “ocho renombrados expertos” en cáncer.

Liu fue condenado en diciembre de 2009 a 11 años de prisión por “incitar a la subversión contra el poder del Estado”, después de redactar la llamada Carta 08, un manifiesto político que pedía al gobierno chino reformas democráticas y el respeto a los derechos humanos en el país. Entre otras cosas, el documento, que fue firmado por otros 300 intelectuales, instaba al gobernante Partido Comunista a garantizar la separación de poderes, el sufragio universal y la libertad de expresión. Para ese entonces, Liu ya era uno de los activistas chinos más reconocidos en el mundo.

Su lucha lo llevó a ser galardonado en 2010 con el Nobel de la Paz, un premio que no pudo ir a recibir personalmente, ya que las autoridades de su país se lo prohibieron. En su lugar, los organizadores de la ceremonia dejaron una silla vacía. Este reconocimiento enojó a Pekín, que días después puso a Noruega –el país que selecciona a los ganadores y acoge la entrega del premio– en su lista de países no gratos. Las relaciones bilaterales recién se normalizaron a comienzos de 2017.

El abogado de Liu dijo a la agencia de noticias Efe que no pudo ver directamente al activista en el hospital, pero aseguró que hace diez días un grupo de familiares pudo visitarlo y, en ese momento, “estaba en condición estable”. Entre esos familiares no se encontraba la esposa del activista, Liu Xia, quien está bajo arresto domiciliario desde 2010, sin haber sido acusada de ningún delito todavía.