El Partido de los Trabajadores (PT) celebró este fin de semana su 6º Congreso Nacional, en el que eligió a la senadora Gleisi Hoffmann como su presidenta. La dirigente es la primera mujer en ocupar ese cargo y también es la primera persona que lo asume mientras es investigada por corrupción por la Justicia. El Supremo Tribunal Federal de Brasil aceptó, en setiembre, que sea investigada junto a su esposo, el ex ministro Paulo Bernardo, por sospechas de que recibieron sobornos en el marco del esquema de corrupción de Petrobras.

El Congreso Nacional del PT comenzó el viernes. Durante ese encuentro, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, presidente honorario del partido, denunció una vez más que hay una campaña en su contra que busca evitar que sea candidato presidencial en 2018, y reiteró que no cometió ninguna ilegalidad. “En cualquier lugar del mundo, la Justicia precisa tener pruebas para poder juzgar o condenar a alguien. Pero en el Brasil de hoy, es uno el que tiene que demostrar que es inocente”, dijo.

En el encuentro también se homenajeó al ex tesorero del PT João Vaccari Neto y al ex número dos de esa organización política, José Dirceu. “Solidaridad con nuestros compañeros, que están siendo injustamente perseguidos y condenados”, dijo el presidente saliente del PT, Rui Falcão, en alusión a las condenas por corrupción contra los dos dirigentes.

En el Congreso Nacional, el PT ratificó su posición contraria a que el Congreso elija a un nuevo presidente de Brasil si Michel Temer es destituido, a tal punto que se decidió no presentar un candidato propio si se llega a esa instancia. El partido reiteró su respaldo a la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales, tal como lo hicieron las miles de personas que se manifestaron ayer en San Pablo. Una multitud exigió la salida de Temer, acusado de corrupción, y reclamó que el siguiente gobernante surja de elecciones directas.