La Policía de Melbourne investigaba ayer si una acción que terminó con dos muertos fue un acto terrorista. Un hombre, que después fue identificado como Yacqub Khayre, retuvo a una mujer como rehén durante unos 20 minutos en un apartamento y negoció con la Policía su liberación, informaron la prensa australiana y varias agencias de noticias. En ese lapso, Khayre llamó a un canal de televisión de su país, Channel Seven, para decir “esto es por Estado Islámico, esto es por Al Qaeda”. Momentos después, murió en un tiroteo en el que varios policías fueron heridos. También fue encontrado muerto un hombre que trabajaba en el edificio, y la Policía suponía anoche que fue el atacante quien lo mató.

Poco más tarde, el grupo yihadista Estado Islámico se atribuyó la acción de Khayre y la consideró un ataque contra la coalición de países que combate contra sus milicianos en Irak y Siria. Según el diario australiano The Daily Telegraph, el jefe de Policía local, Graham Ashton, dijo que no había pistas de que el ataque hubiera sido planeado o coordinado por alguien más. La Policía investigaba anoche si la intención de Khayre había sido emboscar a sus funcionarios. De acuerdo con la agencia de noticias Efe, Khayre, un somalí de 29 años, había sido vinculado con planes para atacar una base militar en Sidney en 2009, pero fue absuelto.

Pese a las dudas que mostraba la Policía, el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, afirmó: “Es un ataque terrorista y subraya la necesidad de que estemos constantemente vigilantes [...] ante la cara del terrorismo islamista”.