Después de 57 años de conflicto armado, cuatro de negociaciones y un referéndum que casi pone en riesgo todo el proceso de paz, hoy la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejan definitivamente las armas. Lo harán en un acto histórico que tendrá lugar en una de las llamadas “zonas veredales transitorias de normalización”, en las que se han concentrado los combatientes para desmovilizarse, que está ubicada en el municipio Mesetas, en el céntrico departamento de Meta. Se trata de una de las regiones donde la guerrilla estuvo más presente. La ceremonia estará encabezada por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.

Las más de 7.000 armas que abandonarán los ex guerrilleros quedarán en manos de la misión especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que trabaja hace meses en la desmovilización de las FARC. Después, las armas serán fundidas y se convertirán en tres monumentos: uno estará en Colombia, otro en La Habana –donde se desarrollaron los diálogos de paz– y el tercero en Nueva York, sede de la ONU.

La fase que termina hoy no es la última. Todavía quedan por recoger los fusiles que las FARC guardan en más 900 escondites en diferentes partes del país, un proceso que debe concluir, a más tardar, el 1º de setiembre.