Reino Unido sufrió en la noche del sábado su tercer atentado terrorista en los últimos tres meses. “Ya basta”, dijo la primera ministra, Theresa May, en un discurso en el que anunció que se darán mayores competencias a la Policía para actuar contra el terrorismo, un endurecimiento de las penas para esos delitos y cero tolerancia ante cualquier sospecha al respecto. En el mismo discurso, la primera ministra confirmó que las elecciones del jueves no se van a posponer. Anoche el grupo yihadista Estado Islámico reivindicó el atentado.

Anoche, en Manchester, miles de personas participaron en el recital en homenaje a las víctimas del ataque con bomba a la salida del recital de Ariana Grande, que causó la muerte de 22 personas. Participaban la artista y varios invitados, como Justin Bieber, Coldplay, Pharrell Williams y Black Eyed Peas. Mientras Reino Unido no terminaba de recuperarse de ese ataque, sufrió uno nuevo, en la noche del sábado. Tres hombres a bordo de una camioneta atropellaron a unas 20 personas en el puente de Londres y después descendieron del vehículo en la zona de Borough Market. Allí se dividieron y entraron a varios bares, donde apuñalaron a decenas de personas. Al menos un testigo de lo sucedido contó que los atacantes reivindicaron al islam y dijeron que lo hacían por sus familias.

En los ataques murieron siete personas y 48 quedaron heridas, 21 de ellas en estado crítico. Además, los tres atacantes murieron al recibir más de 50 balazos de ocho policías, informaron ayer las autoridades, y agregaron que unas latas de refrescos que tenían adheridas a sus cuerpos con cinta fueron confundidas con chalecos explosivos.

Las fuerzas de seguridad británicas desplegaron ayer amplios operativos en respuesta a los atentados. Según la cadena de televisión británica BBC, los tres atacantes ya fueron identificados, pero sus identidades no habían sido divulgadas ayer públicamente. Además, fueron detenidas 12 personas –ocho hombres y cuatro mujeres–, y las declaraciones de las autoridades daban a entender que no se esperaban nuevas sorpresas. Se prevé que las investigaciones de este ataque sean mucho más reservadas que las del atentado de Manchester, debido a que los servicios de inteligencia británicos no están enviando información a los estadounidenses, que filtraron la información a los medios en aquel caso.

Los atentados hicieron que la campaña para las elecciones del jueves fuera suspendida, aunque sólo por la jornada de ayer. “No se puede permitir que la violencia interrumpa el proceso democrático”, dijo May, en conferencia de prensa.

El del sábado fue el tercer atentado de los últimos tres meses en Reino Unido –el primero ocurrió en marzo en el puente de Westminster y el segundo en el recital de Ariana Grande–, pero además, según las autoridades, otros cinco fueron evitados por las fuerzas de seguridad en el mismo período. May dio señales claras de que este ataque implicará cambios en la política de Reino Unido para “derrotar a una de las grandes amenazas de nuestro tiempo”. En su discurso, la primera ministra agregó: “No podemos pretender que las cosas continúen como hasta ahora”. Aseguró que hará falta algo más que “la intervención militar” en aquellas zonas en las que se considera que hay grupos yihadistas que llaman a cometer atentados, como Siria e Irak. “Hay demasiada tolerancia con el terrorismo en casa”, agregó.

A su entender, las fuerzas de seguridad británicas deben ser más firmes al identificar y señalar a los terroristas y a quienes son tolerantes con ellos. Además, May consideró necesario “garantizar a la Policía los poderes que necesita”, y adelantó la posibilidad de que se le atribuyan mayores competencias y de aumentar las penas para los responsables de delitos vinculados con el terrorismo. “Es momento de decir que ya basta”, aseguró en Downing Street, donde ayer las banderas estuvieron a media asta.

Lo sucedido en Londres funcionó como excusa para que el presidente estadounidense, Donald Trump, reivindicara una de las primeras medidas que intentó tomar al llegar al gobierno: prohibir la entrada a los residentes de seis países de mayoría musulmana. “Necesitamos ser inteligentes, vigilantes y duros. Necesitamos que las cortes nos devuelvan nuestros derechos. Necesitamos la prohibición de viaje como un nivel extra de seguridad”, tuiteó Trump, en defensa de su política, cuya aplicación fue bloqueada por la Justicia de su país. “Debemos dejar de ser políticamente correctos y atender el problema de la seguridad de nuestra gente”, agregó, siguiendo la línea del discurso de May, aunque sin que Estados Unidos haya sufrido atentados recientes.