La Junta Nacional de la DC eligió como candidato a senador a Ricardo Rincón contra la opinión de Goic. La líder del partido se oponía a una postulación de Rincón y por eso se aprobó una normativa interna del partido que prohibía ser candidato a aquellos que estuvieran o hubieran estado implicados en casos de violencia de género. El dirigente estuvo involucrado en un proceso judicial de este tipo por una denuncia de su pareja, que terminó archivada. De todos modos, la Junta Nacional declaró candidato a Rincón.

“Es un duro golpe para la DC, para el partido, y también es un duro golpe para mí. Y lo digo como mujer [...] Esta misma Junta Nacional hace dos meses aprobó un voto político, una definición política por amplia mayoría, que establecía que ninguna persona que tuviera condenas o denuncias por violencia familiar iba a ser candidata. Hoy día, el resultado fue otro”, dijo Goic.

Desde ese momento, las críticas y las palabras fuertes se fueron sucediendo. La ex ministra de Nueva Mayoría Laura Albornoz, también de la DC, dijo en su cuenta de Twitter: “Rincón. ¡No eres inocente, fuiste a SERNAM [el Servicio Nacional de la Mujer] en 2002 a pedir que se archivara la denuncia de tu ex pareja! El tiempo pasó, pero ¡¡no mientas!!”. Por su parte, el marido de Carolina Goic, Christian Kirk Miranda, se atrevió a ir más allá y, en una carta titulada “No a los maltratadores”, se refirió a “malolientes mafias internas de los partidos”, a una “maloliente cúpula DC” y a “hienas”.

El senador y vicepresidente tercero de la DC, Sergio Espejo, tampoco se quedó atrás, y dio por hecho que Goic ya no era la candidata legítima de la DC, debido a que lo sucedido el sábado había sido una “traición” del partido a su candidata. El dirigente dijo a Radio Cooperativa: “Yo creo que la Junta Nacional de la DC sepultó la candidatura presidencial el sábado pasado, y que se hagan responsables por ello todos los que lo hicieron”.

Rincón fue defendido durante la elección por su propia hermana, Ximena Rincón: dijo que “no es cierto que las mujeres siempre dicen la verdad” y que ella no iba “a renunciar a defender” a uno de los suyos, de su “familia demócrata cristiana”. El propio Ricardo Rincón declaró: “Agradezco a todos los camaradas porque para hacer partido y ganar una presidencial se necesita convicción, ganas e ideas de verdad [...], se necesita unidad y eso vamos a lograr en esta candidatura”.

Al mismo tiempo, otros debates estratégicos e ideológicos se están dando en la DC desde la decisión de concurrir a las elecciones por fuera de Nueva Mayoría. Goic pretendía una estrategia de partido basada en el corrimiento de la DC más a la centroderecha, es decir, que más allá sólo estuviera la derecha. Esta iniciativa fue apoyada por algunos de los sectores más conservadores del partido, como Mariana Aylwin y Gutenberg Martínez.

Sin embargo, las elecciones se fueron acercando y las cartas se comenzaron a poner sobre la mesa. El candidato a la presidencia Alejandro Guillier, apoyado por los demás partidos de Nueva Mayoría y en alianza con pequeños grupos de la izquierda, se va posicionando como principal competidor de Sebastián Piñera. El Frente Amplio chileno ve cómo crece su apoyo y se sitúa tercero según los sondeos.

De esta manera, Goic habría abierto un camino improductivo para la DC, ya que no parece funcionar como vía para el éxito electoral. Parece que alejarse de la centroizquierda ya no es una estrategia ganadora. Así, ante la posibilidad de quedar en cuarto lugar en las elecciones, a Goic le han crecido los detractores, que la acusan de estar derechizando el partido.

De ahí que el debate sobre el asunto de Rincón no sea sólo una cuestión de ética, como quieren plantearlo los cercanos a Goic, sino que se trata, en definitiva, de un debate sobre la estrategia política a seguir del partido más antiguo del país. Esto es algo que también reconocen los propios integrantes del equipo de la dirigente: “Era la prueba de fuego de Goic, de su liderazgo, de su poder”, dijeron fuentes de su equipo al diario El Mostrador. Es por eso que la decisión de la Junta supone un “golpe de timón” en la dirección que marcaba Goic.