“Se recibió, por fuentes de inteligencia oficial, información que daba cuenta de un plan de fuga de dichos ciudadanos, por lo cual, y con la urgencia del caso, se activaron los procedimientos de resguardo correspondientes”, informó ayer el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con respecto al regreso a prisión de los políticos opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma. A los dos dirigentes, que estaban en prisión domiciliaria, los fueron a buscar a sus casas durante la madrugada.

El TSJ argumentó también que, en el caso de López, se tuvo en cuenta que “las condiciones impuestas” en la sentencia emitida en su contra “no le permitían realizar ningún tipo de proselitismo político”. Esta condición, agregó, se dispuso porque no sólo está condenado a 14 años de prisión, sino también a una inhabilitación política por ese período. En el caso de Ledezma, también existía una restricción similar, ya que a la hora de darle el beneficio de la prisión domiciliaria, a raíz de un problema de salud, “se le había impuesto como condición la obligación de abstenerse de emitir declaraciones por cualquier medio. Caso contrario, se revocaría de inmediato la medida otorgada”.

Tanto López como Ledezma se expresaron en las redes sociales acerca de las elecciones del domingo, en las que se eligió a los 545 integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente. Los dos recurrieron en los últimos días a las redes sociales para manifestarse en contra del gobierno y respaldar a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática en su intento de boicotear las elecciones de constituyentes. En el caso de López, volvió a recurrir ayer mismo a Twitter para difundir un video, grabado hace dos semanas, en el que anima a sus seguidores a seguir movilizados porque “vale la pena luchar por Venezuela” y anuncia que su esposa está embarazada. Por su parte, la esposa de Ledezma, Mitzy Capriles, aseguró que el traslado de su marido “es una reacción al fracaso de las elecciones”. Las familias de ambos líderes políticos responsabilizaron al gobierno por cualquier cosa que les pueda suceder.

Los pedidos por la liberación de López y Ledezma llegaron rápidamente desde varios países y desde la Organización de las Naciones Unidas. El comisionado para los Derechos Humanos de este organismo, Zeid Ra’ad al Hussein, instó al gobierno “a liberar de inmediato a todas las personas detenidas por ejercer su derecho a la libertad de reunión pacífica, de asociación y de expresión”, incluyendo entre estas personas a López y Ledezma.

Por otra parte, ayer ocurrió el primer choque entre la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral venezolano, y la Asamblea Nacional Constituyente, el órgano elegido el domingo. La Asamblea Nacional aprobó una resolución en la que declara que desconoce a la Constituyente, en una sesión que contó con la presencia de los embajadores de España, Francia, México y Reino Unido, que acudieron para manifestarle su respaldo al Poder Legislativo. “Venezuela tiene que tener en este momento la convicción clara de que se encuentra acompañada de todas las democracias del mundo [...], que están no solamente apoyando sino presionando democráticamente para que en Venezuela quien gobierne sea la fuerza de la ley”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Julio Borges.