Desde distintos foros, el oficialismo y la oposición venezolana se pronunciaron acerca de lo ocurrido en ese país en los últimos días. Los hechos incluyen desde un supuesto levantamiento militar hasta la destitución de la fiscal general, Luisa Ortega, por parte de la Asamblea Nacional Constituyente, pasando por el retorno a prisión domiciliaria de los opositores Antonio Ledezma y Leopoldo López.

Anoche, en su programa Los domingos con Maduro, de la televisión estatal, el presidente venezolano manifestó: “Quiero felicitar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana por la reacción inmediata que se ha tenido frente al ataque terrorista. Hace una semana al terrorismo le ganamos con votos y hoy hubo que ganarle con balas”. Con esas palabras Nicolás Maduro se refería a un supuesto ataque que sufrió ayer un cuartel en la ciudad de Valencia.

En particular, Maduro felicitó al ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, y al comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, mayor general Jesús Suárez Chourio. Según este último, “un grupo de paramilitares” asaltó ese cuartel, pero “inmediatamente [los atacantes] fueron repelidos” y “derrotados” en lo que definió como un “triunfo de la patria”. De acuerdo con Maduro, dos de los atacantes murieron “abatidos por el fuego leal a la patria” y otros diez –nueve civiles y “un teniente desertor”– fueron detenidos.

El ataque fue conocido ayer mediante un video transmitido por varios medios de comunicación privados en el que aparecen 16 hombres vestidos de militares. Uno de ellos, que se identifica como el capitán de la Guardia Nacional Juan Caguaripano, dice que él y policías activos y en reserva se declaran en “legítima rebeldía”, “unidos con el pueblo de Venezuela”, y desconocen “la tiranía asesina de Nicolás Maduro”. El militar agrega que no está llevando a cabo un golpe de Estado, sino “una acción cívica y militar para restablecer el orden constitucional” y “para salvar al país de la destrucción total”.

A partir de ese momento, en el video, Caguaripano menciona varios puntos que reclama la oposición. “Exigimos la conformación inmediata de un gobierno de transición y elecciones generales libres, con poderes públicos independientes”, dice. Además, exhorta a sus “compañeros en armas” a desobedecer a “este régimen de asesinos” y a “esa cúpula de generales corruptos, que no representan ni el honor ni la dignidad” de las fuerzas armadas.

Después de que se publicara este video, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela y uno de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente, dijo en Twitter que el Ejército controló la situación en este cuartel después del ingreso de “atacantes terroristas”. Afirmó que se mantenía una “absoluta normalidad en el resto de las unidades militares del país”.

El gobierno y las autoridades militares reaccionaron ante lo sucedido ordenando un acuartelamiento en el estado de Carabobo –cuya capital es Valencia– y reforzando controles en Caracas y en el resto del país. Mientras las autoridades atribuían a un grupo de paramilitares lo sucedido en Valencia, decenas de venezolanos salieron a las calles para manifestar su apoyo a los supuestos militares sublevados, a los que denominaban “valientes”. Los manifestantes fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad y hubo algunos enfrentamientos. Horas después, el partido Avanzada Progresista, que integra la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, informó de la muerte de uno de sus dirigentes, Ramón Rivas, que habría sido herido mientras participaba en la manifestación que respaldaba a los supuestos militares.

Algunos de los manifestantes, que estaban fuera del cuartel de Valencia, tenían unos volantes repartidos por los responsables del levantamiento. Imágenes de estos panfletos fueron tuiteadas por Cabello y publicadas por el diario venezolano El Nacional. “Identifica, captura y neutraliza a todo cubano invasor, patriota cooperante, funcionante o esbirro de la tiranía”, “apoya a las fuerzas de resistencia de tu localidad”, “defiende a tu familiar”, son algunos de los pedidos incluidos en el texto. “Si tu vocación es obedecer y ser fiel a esta tiranía que asesina niños, que roba, mata y humilla a tu pueblo... Considérate un objetivo militar y asume las consecuencias”, agrega.

Otro escenario

Ante las versiones del gobierno, que minimizaban el involucramiento de militares en estos hechos, el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Julio Borges, pidió al Ejecutivo que dé a conocer “la verdad”, y agregó: “No nos vengan con un cuento chino, con una cacería de brujas”, y dijo que lo sucedido debería llevar al gobierno a una “profunda reflexión”, porque deja “muy claro” que los militares también “quieren un cambio”.

Si bien Borges aplaudió lo que consideró una “reacción” de las fuerzas de seguridad, el ex candidato presidencial Henrique Capriles dijo en el mismo encuentro que ninguno de los opositores que estaban allí presentes tomarían las armas para alcanzar el poder. “Ninguno de nosotros. No nos caigamos a mentiras”, agregó. Según la agencia de noticias Efe, los dirigentes aprovecharon la ocasión para celebrar que los opositores Antonio Ledezma y Leopoldo López fueran beneficiados nuevamente con la prisión domiciliaria después de que el jueves, en la madrugada, se les quitara ese régimen y se los trasladara a la cárcel.

Borges y Capriles participaron en el Foro en Defensa de la Constitución, en el que también estuvo presente Luisa Ortega Díaz, quien fue destituida de su cargo de fiscal general por la Asamblea Nacional Constituyente. Su destitución fue una de las primeras decisiones de este nuevo órgano, que quedó instalado el viernes en el Palacio Legislativo –en el que también sesiona el parlamento, la Asamblea Nacional–, en un acto que fue acompañado por cientos de militantes chavistas.

Maduro celebró la destitución de Ortega, y dijo que “el magno Poder Legislativo que lo puede todo” adoptó una decisión “necesaria para que haya justicia y paz”. En su lugar, el gobierno designó a Tarek William Saab, que se desempeñaba como defensor del pueblo, posición desde la cual solía manifestar su apoyo al gobierno y su rechazo a la fiscal disidente.

Ortega aseguró que no reconocerá su destitución y que esta fue ordenada por el Ejecutivo, y no por la Asamblea Constituyente. La fiscal ya había desoído una decisión del gobierno dirigida a minar su autoridad al designar a una vicefiscal favorable a las posturas adoptadas por el Ejecutivo.

La destitución de Ortega fue interpretada como el primer paso para que la Asamblea Nacional Constituyente pueda reformar los poderes venezolanos sin tener oposición desde el sistema judicial. La fiscal general era la única que manifestaba sus reparos ante las decisiones del Ejecutivo e incluso había recurrido ante la Justicia para cuestionar la elección de la que surgieron los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente.

A esto se suma que, en su primera sesión, la Constituyente decidió extender su período de funcionamiento de uno a dos años e instaló una Comisión de la Verdad para investigar la “violencia política” de los últimos años. Sus recomendaciones “serán vinculantes”.

Las críticas al gobierno y a la Asamblea Nacional Constituyente se redoblaron durante el fin de semana, y Venezuela fue suspendida del Mercosur, mientras que las fiscalías y otros órganos del sistema judicial de varios países de la región publicaron comunicados en repudio a la destitución de Ortega. Por ejemplo, la Fiscalía General de Ecuador expresó ayer su “preocupación” por la destitución, para después considerar que las fiscalías deben desarrollar su tarea “con absoluta independencia y lejos de cualquier forma de presión política, mediática o de poderes fácticos”, ya que tienen “responsabilidades que no pueden ser sometidas a intereses económicos, políticos, mediáticos y menos aun partidistas”.