Entrevistada por Víctor Hugo Morales, la ex presidenta y candidata a senadora Cristina Fernández criticó al gobierno de Mauricio Macri y pidió que los argentinos voten “en contra del ajuste” del gobierno. Esta es la segunda de cinco entrevistas que brindará la ex mandataria en esta campaña previa a las elecciones legislativas del 22 de octubre. La primera fue la que mantuvo con el periodista Luis Novaresio en un video para el medio digital Infobae, y la que se publicó ayer fue emitida por el programa La Mañana, de la radio AM 750, cuyo dueño es Víctor Santa María, jefe del Partido Justicialista en la ciudad de Buenos Aires.

Fernández dijo que el gobierno “necesita la fractura social y la división política para poder imponer su plan”, y por eso intenta “construir la figura del enemigo interno, que es peronista y kirchnerista, que le gusta el Indio Solari”. Ese plan del gobierno, de acuerdo con la ex presidenta, consiste en aplicar “la segunda fase del ajuste” después de las elecciones.

En otra de las críticas al gobierno, Fernández dijo que Macri es “un presidente más de spot publicitario que de gestión” y que el ministro “que más labura” es el de Finanzas, Luis Caputo, “que está todo el día emitiendo deuda”. El aumento de la deuda externa es una de las críticas de Unidad Ciudadana, la coalición liderada por Fernández, a la política económica de Macri.

Morales le preguntó sobre la desaparición de Santiago Maldonado durante la represión de una protesta mapuche y el despido de Roberto Navarro, un periodista kirchnerista que tenía dos programas en el canal de televisión C5N. La ex presidenta dijo que el gobierno busca que “no haya voces” críticas con su gestión, por lo que, en el caso de los mapuches, tiene “actitudes beligerantes” contra quienes lo cuestionan y, en el de los periodistas, presiona para tener “un blindaje total”.

Acerca del informe de la Gendarmería que, según distintos medios argentinos, concluye que el fiscal Alberto Nisman no se suicidó, sino que fue asesinado por dos personas, Fernández dijo que se trata de una “bomba de humo” lanzada para restar atención mediática a la desaparición de Maldonado.