Hasta hace unos días, los resultados de los sondeos de intención de voto auguraban un resultado impredecible para las elecciones que celebrará mañana Nueva Zelanda. Sin embargo, el último estudio, divulgado el miércoles por la empresa 1News Colmar Brunton, mostró al Partido Nacional a la cabeza, con 46% de los votos, seguido por el Partido Laborista, que alcanzaría 37%. Si esta tendencia se mantiene, el oficialismo tendrá que aliarse con otros partidos para gobernar.

Los ciudadanos tendrán que elegir a 121 diputados para el Parlamento, que se renueva cada tres años. El partido que obtenga la mayoría absoluta de 61 escaños elige al primer ministro, quien se encargará de formar el gabinete. Para la jefatura de gobierno, el Partido Nacional postula a Bill English, el actual primer ministro. English, de 55 años, fue elegido para ese cargo a fines de 2016, cuando renunció su antecesor, John Key. Antes fue viceprimer ministro y ministro de Hacienda.

Como buen candidato de un partido tradicional y liberal, English propone la defensa de la libre empresa, la reducción de impuestos y la protección de los derechos individuales. En los últimos comicios, el Partido Nacional obtuvo 47% de los votos y 60 escaños, lo que lo colocó sólo a uno de la mayoría absoluta.

Por su parte, los laboristas eligieron como candidata a Jacinda Ardern, que desde el mes pasado lidera el partido. La dirigente, de 37 años, es diputada desde 2008, cargo al que accedió después de destacarse entre la Juventud Laborista. Antes, Ardern vivió en Reino Unido, donde trabajó como consejera política del ex primer ministro británico Tony Blair. También fue presidenta de la IUSY, la rama juvenil de la Internacional Socialista, a la que pertenece el Partido Laborista. La propuesta electoral de esta organización política es más progresista: entre otras cosas, propone políticas para apoyar a las comunidades de inmigrantes en el país, respalda planes de salud mental y apuesta por extender la licencia por maternidad y paternidad.

De acuerdo con el sondeo de 1News Colmar Brunton, los otros dos partidos que tendrían chances de integrar el Parlamento neozelandés son el ecologista e izquierdista Partido Verde, que lograría 8% de los apoyos, y la formación de derecha Nueva Zelanda Primero, que se acercaría a 5%. Si las tendencias se mantienen, el Partido Nacional tendría problemas para lograr un acuerdo de gobernabilidad, ya que debería pactar con su aliado “natural”, Nueva Zelanda Primero, que podría hacerle difícil el camino a la mayoría absoluta.

De hecho, el miércoles, el líder de ese partido, Winston Peters, dijo en un acto de campaña que Nueva Zelanda Primero se opone a nuevos impuestos a los agricultores o a que se incluya la agricultura en el sistema de control de emisión de gases contaminantes. Estas medidas, según el diario New Zealand Herald, son propuestas tanto por el Partido Nacional como por el Laborista.