Representantes de la oposición y del gobierno venezolano viajaron ayer a República Dominicana, donde se buscará abrir un nuevo diálogo, en respuesta al llamado “urgente” que horas antes realizaron el presidente dominicano, Danilo Medina, y el ex mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero. Además de la mediación de estos dos políticos, la nueva instancia contará con la supervisión del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres.

Hasta la tarde de ayer, el gobierno dominicano no se había reunido con ninguna de las partes y tampoco sabía cuándo tendría lugar la reunión, de acuerdo con declaraciones del canciller del país anfitrión, Miguel Vargas.

De momento, el diálogo sólo fue aceptado por el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que envió a su representante, el referente chavista Jorge Rodríguez, quien dijo que viaja con un “mandato” para que “este proceso de diálogo conduzca a la consolidación de la paz y la concordia y cese el bloqueo brutal que los sectores financieros del imperio norteamericano tienen contra Venezuela”.

En cambio, la oposición –reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)– advirtió que sólo aceptará las conversaciones si hay garantías para celebrar elecciones presidenciales en 2018, liberar a los “presos políticos”, levantar “las inhabilitaciones” a dirigentes opositores y terminar con “la persecución”, entre otras cosas. De todas maneras, la MUD envió una delegación a República Dominicana para presentar ante Medina lo que describió como “los objetivos de la lucha democrática nacional”.