Con un acto de la ex presidenta Cristina Fernández, comenzó ayer la campaña para las elecciones legislativas del 22 de octubre en las que se renovarán parcialmente ambas cámaras del Parlamento. La coalición gobernante Cambiemos hizo una serie de “timbreos” el sábado, pero retomará los actos en los próximos días. Por su parte, la coalición 1País, de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, lanzará su campaña hoy, al igual que Florencio Randazzo, del Partido Justicialista.

Mantenerse y crecer son las metas para estas elecciones de los principales bloques que se enfrentan: Cambiemos y el kirchnerismo, que se presenta como Unidad Ciudadana en la provincia y la ciudad de Buenos Aires y como Frente para la Victoria o Partido Justicialista en el resto del país. Si se repitieran los resultados de las primarias de agosto, crecerían las bancadas del gobierno en ambas cámaras y disminuirían las de kirchneristas y justicialistas, que en el Senado perderían la mayoría absoluta.

En el acto de ayer, Fernández llamó a la unidad de la oposición y dijo que “es mucho más importante construir una oposición seria, firme y concreta que discutir entre los que pensamos igual”. Además, reiteró una de las ideas fuerza de su campaña: que en las elecciones perdió el gobierno porque la gente quiere que se le ponga un freno al ajuste instaurado por el gobierno de Mauricio Macri, y que la oposición debe unirse porque un triunfo del gobierno sería “un cheque en blanco al ajuste”.

Fernández también se refirió a los despidos, que no han dejado de aumentar, y advirtió que el gobierno prepara una reforma laboral como la brasileña –algo que el Ejecutivo de Macri sigue negando– y que se busca precarizar el empleo para que los trabajadores avalen el empeoramiento de sus condiciones laborales.