En un escenario que se parece mucho al que se presentó el año pasado, miles de franceses salieron ayer a las calles para rechazar la reforma laboral que impulsa el presidente, Emmanuel Macron, cuya aprobación está prevista para dentro de nueve días. Además, trabajadores de distintos sectores realizaron un paro de 24 horas. Esta última medida afectó principalmente el transporte, con retrasos en los trenes y anulaciones de algunos vuelos, aunque sin llegar a la parálisis. Quienes se oponen a la reforma rechazan la flexibilización del mercado laboral que esta propone y cuestionan la decisión del gobierno de aprobarla por decreto.

Se trata de la primera protesta que enfrenta el gobierno de Macron, quien visitaba ayer las Antillas francesas, golpeadas recientemente por el huracán Irma.

La movilización tuvo lugar en 200 puntos del país y fue convocada por la Central General del Trabajo (CGT), el segundo sindicato más grande de Francia, con el respaldo de otros gremios y de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia. Según el recuento de los organizadores, a las protestas se sumaron 400.000 manifestantes en todo el país, una cifra ligeramente inferior a la que hace medio año reunieron los sindicatos contra la reforma del socialista François Hollande. El Ministerio del Interior, por su parte, reportó una participación de 223.000 personas.

A pesar de que algunos diarios franceses, como Le Monde, describieron el ambiente de la protesta parisina como “festivo”, esta movilización no estuvo desprovista de incidentes: hubo enfrentamientos entre manifestantes enmascarados y la Policía que terminaron con heridos y detenidos. Sólo en París se movilizaron 60.000 personas, según la CGT, o 24.000, de acuerdo al gobierno. También se registraron disturbios en la ciudad de Nantes, al oeste del país, y en Lyon, ubicada al este.

El secretario general de la CGT, Philippe Martinez, dijo que la convocatoria fue un “éxito”. Sin embargo, los manifestantes no han logrado revertir los planes del gobierno, según lo expresado por ministros franceses durante la jornada, que indicaron que el gobierno avanzará con la reforma. Por eso, las centrales sindicales y los estudiantes convocaron a nuevas manifestaciones para el 21, la víspera de que se publiquen los cinco decretos que reformarán las normas laborales. Dos días más tarde habrá otra protesta, organizada por el movimiento del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, La Francia Insumisa.