En enero la aprobación del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, descendió a 19%, tres puntos menos que la que tenía en diciembre, mes en el que aprobó el “indulto humanitario” para el ex presidente Alberto Fujimori, condenado por delitos contra la humanidad y actos de corrupción durante su mandato (1990-2000). Además, 78% de los encuestados consideró que esa medida fue adoptada por un acuerdo político entre Kuczynski y parte de la bancada de Fuerza Popular. Este partido es liderado por Keiko Fujimori, y uno de sus sectores es dirigido por su hermano menor, Kenji, quien en diciembre decidió respaldar la continuidad del presidente en la votación de una moción respaldada por su hermana, que buscaba destituirlo. Esa votación se produjo tres días antes de que Kuczynski decretara el indulto.

La agencia de noticias Reuters reveló, en una nota escrita por dos periodistas peruanos, que Kenji Fujimori y Kuczynski habrían acordado, tres meses antes, el indulto al ex presidente a cambio del respaldo de parte de la bancada de Fuerza Popular en el Congreso. En ese entonces, el fujimorismo utilizaba su mayoría en el Parlamento para destituir ministros y ya amenazaba con votar para quitar a Kuczynski de la presidencia.

En una visita de Kenji a la residencia presidencial que tuvo lugar en setiembre, este le propuso al mandatario romper la unidad de Fuerza Popular a cambio del indulto a su padre. A partir de ese momento hubo varias reuniones de primer nivel que derivaron en el acuerdo, que se habría concretado en diciembre.

De acuerdo con una fuente del Ejecutivo cuya identidad no fue revelada, la mayor oposición a este plan partía de la entonces ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, quien fue destituida por Kuczynski en setiembre, después de la presunta fecha de la primera reunión.

Ante acusaciones previas en este sentido, el gobierno peruano ha asegurado que no hubo ningún acuerdo para indultar a Fujimori. En la misma línea se pronunció en varias ocasiones, en estos días, Kenji Fujimori.