La Justicia argentina detuvo al policía acusado de haber atropellado a un hombre en las inmediaciones del Congreso durante la última movilización contra la reforma previsional del gobierno de Mauricio Macri, que fue reprimida por las fuerzas de seguridad. El juez federal Sergio Torres dio la orden de arresto después de que otro policía señaló a su colega como el responsable.

El policía Dante Berisone fue detenido el miércoles, acusado de haber atropellado con la moto a Alejandro Rosado, un clasificador de 19 años, durante la represión de la protesta del 18 de diciembre. Rosado no formaba parte de la manifestación y estaba trabajando en las calles cercanas al Congreso. Como consecuencia del incidente, sufrió heridas en el pecho y en las piernas, y estuvo varios días internado.

El policía testigo, que se llama Alejandro Irarzábal, explicó el miércoles en el juzgado que su declaración es fundada, ya que él iba en la parte trasera de la moto que conducía Berisone. Irarzábal confesó además que no se presentó antes a declarar porque tenía miedo de autoincriminarse. También contó que, después del hecho, su compañero le pidió que “negara todo” y “no reconociera a nadie”.

El juez Torres –que está a cargo de la investigación de todos los incidentes que tuvieron lugar en esa protesta– evalúa si el acusado incurrió en “tentativa de homicidio” o si se trata de un delito de “lesiones graves, agravado” por el cargo que ocupa Berisone, según informó el diario Página 12. El policía quedó detenido en la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal. De acuerdo con el mismo diario, el magistrado no lo quiso mandar a una dependencia del Servicio Penitenciario Federal porque “teme por su integridad”.

Berisone había sido detenido el 29 de diciembre, pero el lunes quedó en libertad por falta de pruebas contundentes. En su única declaración, el policía dijo que no se reconocía como el conductor de la moto en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad. Unos días antes, había sido identificado en ese mismo video por el jefe del Grupo de Operaciones Motorizadas Federales que él integraba, Oscar Hipólito, y el policía a cargo del grupo de motos que transitó por la calle en la que fue atropellado Rosado, Gabriel Ortega. Sin embargo, después contradijeron su declaración inicial y sostuvieron que no habían dado certezas de nada. Por lo tanto, terminaron denunciados también por el juez Torres y ahora son investigados por encubrimiento y falso testimonio.

El miércoles, la abogada que representa a Rosado, Gabriela Carpineti, dijo que la denuncia contra Hipólito y Ortega “queda reforzada por el testimonio de Irarzábal”. Agregó: “Todo muestra que el Ministerio de Seguridad hizo todo lo posible para entorpecer la investigación. El trabajo de esta querella, la Fiscalía y la denuncia del juez dejan en claro la responsabilidad y permitieron impedir un encubrimiento”.

Por el mismo caso que investiga Torres están detenidos los militantes del Partido Obrero César Arakaki y Dimas Fernando Ponce, acusados de agredir al policía Brian Escobar. El Partido Obrero convocó una marcha en la tarde de hoy desde el Congreso a la Plaza de Mayo para reclamar la libertad de sus dos militantes. “Estamos frente a una causa con una carátula armada [...] y con detenidos al azar, cuyo objetivo es amedrentar al conjunto del movimiento popular que rechaza las reformas antiobreras del gobierno”, dijo ayer uno de sus dirigentes, Néstor Pitrola.

También hoy será indagado otro policía, Alfredo Martín Luna, miembro de Intervenciones Urbanas de la Ciudad de Buenos Aires. El funcionario será interrogado porque fue reconocido por un grupo de oficiales como quien roció con gas lacrimógeno y a corta distancia la cara de un hombre mayor que estaba solo, y sin hacer nada, en medio de la movilización del 18 de diciembre. Como si eso fuera poco, también le pegó con una cachiporra, como se puede ver claramente en un video que se difundió en redes sociales.