Tanto el gobierno como la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) manifestaron en los últimos días su voluntad de retomar las conversaciones en Quito, teniendo como primer objetivo volver a acordar un alto el fuego. Los contactos serán retomados hoy, después de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los países garantes del proceso insistieran en la necesidad de que volvieran a la mesa de diálogo.
Colombia y el ELN llegaron el año pasado a un cese del fuego, pero este dejó de estar vigente el 9 de enero, por lo que el Ejército retomó los ataques contra la guerrilla, que a su vez cometió atentados contra oleoductos y empresas petroleras, que causaron la muerte de cinco integrantes de las fuerzas de seguridad, y llevó a cabo un secuestro.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, subrayó la semana pasada que ante estos atentados “la respuesta de la fuerza pública es contundente”. Sin embargo, agregó que, si el ELN lo quería, el gobierno estaba dispuesto a seguir el llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, quien visitó Colombia el fin de semana anterior y llamó a que se retomaran las negociaciones, respaldadas por un cese del fuego. Durante este fin de semana Guterres insistió con este punto e instruyó a su representante en Colombia, Jean Arnault, para que adopte “todas las acciones necesarias para facilitar el retorno de las partes a la mesa” de diálogo.
También convocaron a que retomaran el diálogo los países garantes del proceso: Brasil, Chile, Cuba, Ecuador –donde se llevan a cabo las conversaciones–, Noruega y Venezuela. En un comunicado consideraron que “Colombia se merece la paz que anhela su pueblo” y llamaron a las partes “a evitar un escalamiento que ponga en peligro los avances logrados en el proceso de negociación”.
El ELN no respondió expresamente a estos llamados hasta el sábado, cuando mediante un comunicado manifestó su “disposición” a retomar el proceso o, en sus palabras, “a buscarle salida al impasse creado por el gobierno”. Así, la guerrilla se refería a que el 9 de enero, último día de vigencia del cese del fuego, fue el gobierno el que se retiró de la mesa de negociaciones y pospuso durante 24 horas la instancia de diálogo, período en el cual el acuerdo dejó de estar en vigor. La guerrilla agrega que accede a esto “atendiendo los intercambios” con los garantes del proceso, “la comunidad internacional” y “sectores y personas de Colombia”, y que tiene “voluntad para acordar otro cese al fuego”. En particular, señala que está de acuerdo con mantener “una reunión entre los jefes de delegación con la presencia de los garantes”.
Después de que el ELN emitiera el comunicado, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó al jefe de la delegación gubernamental en las conversaciones, Gustavo Bell, que regresara a Quito. Su objetivo será retomar los contactos y “explorar la posibilidad de un nuevo cese al fuego que permita continuar la negociación de paz con el ELN”, informó el mandatario en Twitter, medio por el que también aclaró que había tomado esta decisión “atendiendo el llamado de las Naciones Unidas”.
Los contactos se retomarán después de que el sábado las fuerzas de seguridad de Colombia abatieran a Harvey Alberto Franco Holguín, conocido como Arturo, uno de los principales líderes de la guerrilla y jefe de uno de sus frentes armados. La semana pasada había sido detenido otro líder del ELN, José Gregorio Torres, alias Walter, junto a 21 guerrilleros.