El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció ayer en Israel que su gobierno trasladará la embajada de Tel Aviv a Jerusalén “antes del final del año que viene”, sin precisar una fecha exacta. Pence, que se encuentra de gira por Medio Oriente, explicó ante el Parlamento israelí que el presidente estadounidense, Donald Trump, dio “indicaciones al Departamento de Estado para empezar las preparaciones del traslado”, porque “Jerusalén es la capital de Israel”.

En medio del discurso de Pence, los parlamentarios del partido Lista Común –de mayoría árabe– lanzaron gritos de protesta y alzaron pancartas con la frase “Jerusalén capital de Palestina”. Rápidamente fueron expulsados de la sala.

Esta es la primera visita de un jerarca estadounidense a Israel desde que, el 6 de diciembre, Trump rompió con décadas de consenso internacional al reconocer a Jerusalén como capital de ese país y anunciar el traslado de la embajada. Al respecto, el vicepresidente dijo que Trump tomó la decisión “por el bien de la paz”, y agregó que también pidió “a todas las partes” que se mantenga “el statu quo sobre los lugares sagrados”. A su vez, reiteró que “Estados Unidos no tiene intención de tomar posiciones” sobre el estatus final de Jerusalén, ya que su gobierno está comprometido con alcanzar “un acuerdo de paz duradero”.

El vicepresidente exhortó “encarecidamente” a los líderes palestinos a volver a la mesa de negociaciones con Israel, pese a que estos cancelaron los contactos con los estadounidenses y rechazaron su mediación en el proceso de paz desde el anuncio de Trump en diciembre.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, no quiso recibir a Pence en Ramala, y su partido, Al Fatah, convocó para hoy un paro general en protesta por su visita. Por su parte, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, calificó de “regalo a los extremistas” el discurso de Pence. “El gobierno de Estados Unidos es parte del problema más que de la solución”, agregó quien también es jefe negociador de la OLP, en la cuenta de Twitter de la organización. Para Erekat, el mensaje de Pence “fue claro: violen la ley y las resoluciones internacionales, y Estados Unidos los recompensará”.

Antes de aterrizar en Israel, Pence se reunió con el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el rey jordano, Abdalá II, quienes coincidieron en que Jerusalén Este debe ser la capital del Estado palestino.