Estaba previsto que Cristiane Brasil asumiera hoy el cargo de ministra de Trabajo del gobierno del presidente Michel Temer. Pero un juez federal, Leonardo da Costa, suspendió ayer la ceremonia. Dictó una medida cautelar en respuesta a tres abogados que acusan a Brasil de no ser apta para liderar esa cartera debido a que fue condenada en un juicio laboral.

La dirigente, que además es diputada por el Partido Laborista Brasileño, fue sentenciada a pagar una indemnización de 60.000 reales, unos 18.700 dólares, a dos choferes que trabajaron para ella sin contrato durante varios meses, y que reclamaban pago de horas extras y otros beneficios. Ella argumentó que le prestaban servicios sin una relación de dependencia.

Pero además, trascendió que Brasil no hizo esos pagos dispuestos por la Justicia en forma directa, sino que los hacía una colaboradora suya, a la que contrató como asesora parlamentaria, informaron la agencia Efe y el diario O Globo. La diputada argumentó que le había devuelto a su colaboradora la plata que pagó, pero no presentó documentos para probarlo. Según la prensa brasileña, hubo otro caso en el que la dirigente fue denunciada en un juicio laboral, pero llegó a un arreglo para evitar otra sentencia.

La medida cautelar emitida por Da Costa impide, por el momento, que asuma como ministra, “dada la gravedad de los hechos a consideración”. Si esta decisión se incumple, el gobierno debe pagar una multa de 500.000 reales, más de 155.000 dólares.

Brasil debía sustituir al ex ministro Ronaldo Nogueira, que renunció a la cartera el 27 de diciembre para dedicarse a la campaña electoral y buscar la reelección como diputado en octubre. De acuerdo con el diario Folha de São Paulo, Temer eligió a la legisladora para el cargo en una reunión que mantuvo con el padre de ella, el ex diputado Roberto Jefferson, a cambio del apoyo parlamentario del Partido Laborista Brasileño.