El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó China por primera vez ayer y celebró el compromiso de ese país en la lucha para frenar el cambio climático. Allí, propuso una alianza entre los dos países para que el planeta “vuelva a ser grandioso y hermoso”. Para el mandatario, la unión entre Francia y China se presenta especialmente necesaria después de que Estados Unidos decidió abandonar el Acuerdo de París.

Macron, que desde que llegó al Elíseo busca posicionarse como líder de la lucha contra el calentamiento global, intenta sumar esfuerzos para reactivarla. No es casual que su mirada se haya enfocado en China, la otra potencia económica mundial, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que se salía del Acuerdo de París. “Le debemos mucho a la decisión de China de permanecer en el Acuerdo de París. Está comprometida, ha cumplido con su palabra”, dijo Macron ayer en una conferencia de prensa desde la ciudad china de Xian, la primera parada de su visita oficial de tres días en el país asiático. Aclaró, no obstante, que China sigue siendo el primer país en emitir gases de efecto invernadero, aunque no ahondó en detalles.

“¿Quién podría haber imaginado hace unos años que China demostraría ser una fuerza de impulso global en este asunto?”, se preguntó el mandatario francés y reconoció que, sin el apoyo chino, “el Acuerdo de París no habría sobrevivido”. Especialmente destacó la importancia de su respaldo desde la deserción de Washington. Fue entonces que planteó la necesidad de que “Europa y Asia, Francia y China” propongan “conjuntamente las reglas de un desafío en el que todos ganemos o todos perdamos”.

En concreto, Macron propuso “relanzar la batalla climática” y “preparar un incremento de los compromisos” contra el calentamiento global, de cara a la próxima cumbre climática que está prevista para fines de 2018 en Polonia. El presidente agregó que el lapso 2018-2019 debe ser un “año franco-chino de transición ecológica” para redireccionar las relaciones en esa materia.

El mandatario enmarcó esta alianza de Francia y China en lo que describió como un “nuevo impulso del multilateralismo” como forma de abordar los problemas globales, incluido el fenómeno de la emisión de gases que afectan el cambio climático. “El futuro necesita a Francia, Europa y China. Somos la memoria del mundo y depende de nosotros decidir ser su futuro”, manifestó.

En el mismo discurso, Macron abogó además por una colaboración de Europa en las “nuevas rutas de la seda”, el megaproyecto chino de transporte ferroviario y marítimo entre el océano Pacífico y el continente europeo.

“Francia es y será, en el corazón de Europa, un poder de innovación que quiere entablar un diálogo con China”, concluyó el gobernante, que prometió viajar a ese país al menos una vez por año para que la relación entre Pekín y París “ingrese en una nueva era”.

Después de su paso por Xian, la antigua capital del imperio chino, Macron viajó a Pekín, donde se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, en el complejo residencial para huéspedes diplomáticos de Diaoyutai.

Tras el encuentro, Xi dijo a la agencia de noticias estatal Xinhua que “ambos países pueden mejorar la confianza política mutua y aprovechar plenamente el potencial de cooperación superando las diferencias en el sistema social, la fase de desarrollo y la cultura”. A la vez, el gobernante chino recordó que Francia fue el “primer país occidental” en establecer relaciones diplomáticas con el gobierno comunista de Pekín en 1964. “Debemos seguir el espíritu de ser responsables con la historia y seguir el camino correcto para avanzar hacia un futuro brillante de las relaciones chino-francesas”, consideró.

Macron se volverá a reunir hoy con Xi y con el primer ministro chino, Li Keqiang, en el Gran Palacio del Pueblo. Se espera que, durante este encuentro, los representantes de los dos gobiernos firmen una serie de acuerdos y contratos.

El presidente francés, que viajó acompañado por una delegación de 60 empresarios, también visitará una incubadora de nuevas empresas tecnológicas en la capital. Su visita en China concluirá mañana con un debate sobre el cambio climático en la Academia de Ciencias Espaciales.

La visita a China, que es la primera oficial que realiza Macron en Asia, marca una nueva etapa para su diplomacia, que hasta ahora se había concentrado en Europa y África. Además de promover la agenda vinculada con el freno al cambio climático, la llegada del presidente francés a China apunta a lograr una “asociación estratégica” con Pekín en otros temas clave como economía, comercio y combate contra el terrorismo.