El fin de semana la ciudad argentina de Mar del Plata, donde el represor Miguel Etchecolatz cumple su prisión domiciliaria desde fines de diciembre, fue escenario de protestas en las que miles de manifestantes pidieron para el ex policía “cárcel común, perpetua y efectiva”. Continuaban ayer, aunque la mayor de las movilizaciones tuvo lugar el sábado y estuvo liderada por referentes de distintas organizaciones de derechos humanos.

“La única casa para un genocida es la cárcel”, se leía en la más amplia de las banderas que había en la marcha del sábado y que se extendía junto a una de Argentina cubierta con rostros de marplatenses desaparecidos durante la dictadura. Según las agrupaciones convocantes –la filial de Mar del Plata de la agrupación HIJOS, la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma y la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos Rodolfo Wlash–, la movilización fue “histórica”. Especialmente porque participaron entre 30.000 y 40.000 personas, que llenaron 25 cuadras.

El punto de encuentro fue el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata. Pasadas las 17.30, quienes estaban concentrados se movilizaron hasta la emblemática plazoleta Almirante Brown. Allí, representantes de distintas organizaciones de derechos humanos repudiaron la decisión de la Justicia de enviar a su casa a Etchecolatz, condenado por casi 100 casos de tortura, por la apropiación y supresión de identidad de una hija de desaparecidos, y por varios homicidios y delitos de privación de libertad cometidos durante la dictadura.

El Tribunal Oral Federal Nº 6, que tomó la decisión, tuvo en consideración el “delicado estado de salud” de Etchecolatz, de 88 años, que en agosto sufrió un accidente cerebrovascular. Unos días después, el 29 de diciembre, el represor fue trasladado de la cárcel de Ezeiza, en Buenos Aires, a su casa en el balneario argentino.

“Para mantener la dignidad del pueblo y de nuestro país tenemos que hacer este repudio, y tienen que prontamente meterlo en la cárcel, como corresponde. Basta de domiciliaria para los genocidas”, dijo el sábado la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, frente a la multitud.

Junto a ella, su compañera Taty Almeida acusó al gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, de “no hacer más que violar derechos humanos a diario”, desde el día que se instaló por primera vez en la Casa Rosada. Por eso, vinculó al Tribunal Oral Federal Nº 6 con “este Estado horroroso”. Y no titubeó a la hora de “llamar con nombre y apellido” a los jueces que decidieron el arresto domiciliario de Etchecolatz: José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero.

En una línea similar, la presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Lita Boitano, manifestó: “Hace 40 años que estamos reclamando por los derechos humanos, pero nunca pensamos que tendríamos que volver a pedir cárcel para los genocidas”. Boitano recordó que “no sólo hay prisiones domiciliarias para ellos ahora”, sino que “también hay presos políticos, como Milagro Sala; desapariciones forzadas seguidas de muerte, como la de Santiago Maldonado, y asesinados por protestar, como Rafael Nahuel”.

También habló Carmen Ledda Barreiro, integrante de la filial marplatense de Abuelas de Plaza de Mayo, que busca a su nieto y a su hija Silvia, que permanece desaparecida. “Etchecolatz y [el represor Juan Miguel] Wolk saben dónde está mi nieto, dónde tiraron a mi hija. No lo dicen y ahí andan, tranquilos en sus casas. Exijo que reculen con esta medida y sé que cuento con ustedes para eso, para obligarlos a recular, para no dejarlos vivir en paz”, manifestó Ledda, que apostó al “poder del pueblo en la calle”.

El sábado de mañana, unas horas antes de que empezara la movilización masiva, alrededor de 100 personas se reunieron en la puerta del domicilio de Etchecolatz, quemaron un muñeco de trapo y lanzaron bombas de estruendo frente a los policías que custodian el lugar. En sus carteles se leían las consignas “Ni un minuto de paz para los genocidas” y “La sangre derramada no será negociada; no al indulto encubierto a los genocidas”, según informó el diario Página 12. De acuerdo con medios marplatenses citados por la agencia de noticias Télam, la actividad fue convocada por agrupaciones como el Frente por los Derechos Humanos y la Dignidad, Votamos Luchar, el Espacio Sindical de Base, el Centro Cultural La Vía Orgánica, la Asamblea en Defensa de la Cultura y el Partido Revolucionario Marxista Leninista, entre otras.

La movilización del sábado fue antecedida por otras, que tuvieron lugar el jueves y el viernes en las puertas de la casa de Etchecolatz, convocadas por los vecinos de la Reserva Forestal Bosque Peralta Ramos, el barrio en donde vive el que fue el jefe de Inteligencia de la Policía Bonaerense. Ayer, organizaciones sociales tenían previsto colocar en la zona siluetas de papel representando a los desaparecidos, marcando el camino hasta la casa de Etchecolatz. Una frase se repitió con insistencia en las protestas: “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.