Tras varios días de bombardeos aéreos, Turquía inició el domingo una operación terrestre en la ciudad siria de Afrin con el objetivo de expulsar del lugar a las milicias kurdas aglomeradas en las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), aliadas de Estados Unidos. Desde entonces, murieron 26 milicianos sirio-kurdos y nueve combatientes de facciones sirias aliadas de Turquía, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización opositora con sede en Londres.

“La Operación Rama de Olivo avanza según lo planeado y la operación terrestre ha comenzado”, informaron el domingo las Fuerzas Armadas turcas en un comunicado. De acuerdo con la agencia de noticias estatal turca Anadolu, las tropas de Turquía ingresaron en Afrin – ubicada al norte de Siria–, junto a la milicia del Ejército Sirio Libre, que cuenta con el respaldo de Ankara. Hasta ayer, las tropas turcas habían avanzado casi ocho kilómetros y ya controlaban 11 pueblos, informó la agencia estatal.

La ofensiva terrestre llega horas después de que aviones turcos atacaran posiciones de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, por sus siglas en kurdo), una de las milicias que integran las FSD. En esos bombardeos murieron ocho personas, según el Comando General de las FSD.

En tanto, desde el inicio del operativo, murieron 26 milicianos kurdo-sirios y nueve combatientes de facciones sirias aliadas de Turquía, reportó ayer el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, a la agencia de noticias Efe. La organización no registró bajas en el Ejército de Turquía, agregó Abderrahman. El dato fue confirmado poco después por el primer ministro turco, Binali Yildirim.

Turquía considera a las YPG una organización terrorista por sus vínculos con la guerrilla del Partido de Trabajadores de Kurdistán. A la vez, las YPG son aliadas de Washington en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró ayer que su país “no va a retroceder” en Afrin hasta que cumpla con su objetivo. También afirmó que la intervención cuenta con el visto bueno de Rusia, país que mantenía militares en este territorio y controla el espacio aéreo de Siria.

Por otro lado, Erdogan volvió a acusar a Estados Unidos de armar y apoyar a “organizaciones terroristas” como las YPG. Después, le respondió a la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien en una conferencia de prensa pidió a Turquía que el operativo tenga una “duración limitada”. “Yo le pregunto a Estados Unidos: ¿cuándo estarán listos en Afganistán y en Irak [para retirarse]?”, dijo el mandatario.

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunió ayer de urgencia, a pedido de Francia, para analizar los “últimos acontecimientos” en Siria. Sin embargo, no profundizaron en la ofensiva militar de Turquía en Afrin, que “apenas es” parte de la “ecuación” de lo que pasa en Siria, dijo después del encuentro el embajador francés ante la ONU, François Delattre.