Los episodios de violencia política se siguen repitiendo en Brasil. Desde que se votó en la primera vuelta hubo agresiones contra personas que defienden al Partido de los Trabajadores (PT) o se identifican con organizaciones cercanas a esta formación. Durante el fin de semana fueron pintadas varias esvásticas en una iglesia católica, que en Brasil está más asociada con la izquierda que con la derecha, y en Porto Alegre se encontraron carteles que decían “Muerte a la negrada”, ilustrados con una esvástica o con un arma de fuego y cerrando con la frase “Bolsonaro presidente”. Estos casos también llamaron la atención de la Organización de las Naciones Unidas, que el viernes se declaró “profundamente preocupada” por el clima de violencia en Brasil.

Durante el fin de semana el candidato del PT, Fernando Haddad, denunció que fue perseguido en una camioneta por un “activista” de Jair Bolsonaro, el candidato de ultraderecha que representa al Partido Social Liberal. “Nos siguió en una 4x4 e intentó interceptar los autos de la comitiva” mientras gritaba consignas en contra de la iglesia católica, “llamándola comunista o iglesia gay, cosas completamente sin sentido”.

Las agresiones también incluyen las mentiras sobre Haddad y el PT que se difunden en esta campaña. Bolsonaro tuiteó que son señales de un gobierno autoritario “las alianzas con dictaduras, el desarme de las personas, el corporativismo de las instituciones y la corrupción como forma de anular los poderes”, y agregó que “todos ellos están presentes en el PT”. Por otra parte, uno de los hijos de Bolsonaro, Carlos, retuiteó una publicación en la que se decía que Haddad defendía en un libro “la tesis encantadora de que para implantar el socialismo es necesario derrumbar primero el ‘tabú del incesto’”.

Ante estos casos, Haddad se preguntó cuál es el límite de la locura de su adversario y a dónde va a ir a parar la campaña. El candidato reclamó a los medios que adviertan sobre estos fenómenos: “Si la prensa no ayuda, esto no va a terminar bien. La democracia está en riesgo, reaccionen”, dijo. Además, mencionó el caso de Folha de São Paulo, cuya decisión editorial de no calificar a Bolsonaro de un candidato de ultraderecha fue criticada por la defensora de los lectores, Paula Cesarino Costa, en su columna de ayer.

También Bolsonaro se refirió a los casos de violencia, aunque en un tono mucho más débil. “Lamento esas agresiones [...]. Si tuviera el poder de que con sólo hablar pudiera evitar todo eso, ejercería ese poder”, dijo, antes de apelar “a todos en Brasil para que dejen las pasiones de lado”.

Moderando lo indisimulable

Acusado de promover las agresiones por su discurso misógino, homofóbico y discriminatorio, Bolsonaro publicó en sus redes sociales un video junto a un maquillador homosexual bastante famoso en Brasil que apoya su candidatura. Este es un comportamiento habitual en Bolsonaro y su equipo de campaña: mostrar al candidato junto a personas que representan a las poblaciones a las que él discrimina. En este caso, un visiblemente incómodo Bolsonaro aparece junto al maquillador Lili Ferraz, quien lo califica de “una persona maravillosa” y le pide saludos para sus “amigos homosexuales”, que también lo “adoran”. Después toma la palabra el candidato, que se dirige directamente a la cámara para decir que en Brasil todos son “seres humanos, brasileños, patriotas”, que “la opción de cada uno es cosa de cada uno” y que “el Estado no tiene que interferir en esa área”.

Una semana antes la actriz canadiense Ellen Page entrevistó al candidato para el canal National Geographic. Sin guion y en una situación a la que no está acostumbrado (desde que comenzó la campaña brinda entrevistas solamente a medios afines), Bolsonaro volvió a su discurso habitual. Page le dice al candidato que ella es homosexual, que ha leído sus expresiones, entre ellas la de que a los hijos hay que sacarles “al gay” a los golpes, y que le parecen homofóbicas. “¿Cree que debería haber sido golpeada de niña para no ser gay?”, le pregunta. Bolsonaro le responde: “No voy a mirarla y pensar ‘creo que es gay’, eso no me interesa. Usted es linda, si fuera cadete en la academia militar y la viera en la calle, le silbaría. Es muy bonita”.

Luego, el candidato a la presidencia agrega que cuando él era chico “había pocos gays” y que ahora “debido al libertinaje, las drogas, y con las mujeres también trabajando, aumentó bastante el número”. Dice también que “si su hijo está con ciertas personas de cierto comportamiento, su hijo también tendrá ese comportamiento y creerá que es normal”.

Al ser cuestionado nuevamente por Page por su posición, Bolsonaro repite que así como se puede “dar un correctivo” para que un hijo deje de ser violento, se puede hacer lo mismo para que “sea normal”. Los homosexuales “están escapando de la normalidad”, reafirma, y ante una impasible Page afirma: “Con todo respeto le digo que usted adopta una teoría absurda. Porque incluso teniendo usted una pareja, no podrán procrear, dependerá de la donación de alguno de nosotros, los hombres heterosexuales”.