La Cámara de Diputados de Argentina debatía ayer el presupuesto para 2019, una cuestión considerada clave por el gobierno que encabeza Mauricio Macri ya que forma parte del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Anoche se preveía que la discusión continuara hasta la madrugada de hoy.

Sobre el mediodía, la cámara baja logró llegar al cuórum y de esa manera comenzar el debate dentro del Congreso, al tiempo que fuera del edificio se desarrollaban masivas manifestaciones de organizaciones sociales, sindicales y políticas opuestas al presupuesto promovido por la coalición gobernante Cambiemos. El inicio de la sesión estuvo precedido de largas negociaciones entre el gobierno y líderes provinciales, quienes terminaron dando el cuórum necesario a cambio de disminuir el recorte de los presupuestos de varias provincias, como Entre Ríos, Misiones, Córdoba, Santiago del Estero y Chaco.

Como era previsible, en los alrededores del Congreso –que estaba vallado– hubo enfrentamientos entre un pequeño grupo de manifestantes y la Policía, al tiempo que dentro del edificio el debate rápidamente subió de temperatura en medio de gritos y amenazas.

Ante esta situación, se solicitó un cuarto intermedio y luego de una reunión con los jefes de los bloques parlamentarios la sesión pudo continuar, mientras afuera algunos manifestantes tiraban piedras y la Policía reprimía con carros hidrantes y balas de goma. Se dispuso un nuevo cuarto intermedio durante el cual el jefe del operativo de seguridad se reunió con Emilio Monzó, diputado oficialista que preside la cámara baja, junto a los líderes de todos los sectores.

Mientras los legisladores de la oposición reclamaban al gobierno por la represión de la Policía contra los manifestantes, la diputada oficialista Elisa Carrió manifestó en su cuenta en Twitter: “No hubo represión. Sí hubo destrucción de los bienes públicos por parte de los manifestantes. Un fiscal debe actuar en forma inmediata por la destrucción”.

Un manifestante, ayer, fuera del Congreso, mientras los diputados argentinos discuten el presupuesto 2019.

Un manifestante, ayer, fuera del Congreso, mientras los diputados argentinos discuten el presupuesto 2019.

Foto: Eitan Abramovich

La Policía detuvo en los alrededores del Congreso a más de 30 personas, entre ellos a Ignacio Levy, referente de la revista La Garganta Poderosa, según informó el periódico Tiempo Argentino. La revista es también una organización social que ha denunciado el accionar represivo de las fuerzas de seguridad en los barrios vulnerables.

Números

Uno de los ejes centrales del nuevo presupuesto será la reducción del gasto público. El gobierno macrista fijó un recorte de algo más de 7.800 millones de dólares, de los cuales las provincias deberán afrontar recortes por cerca de 2.700 millones. Además, se estima que la inflación seguirá aumentando, aunque la meta del gobierno es que a diciembre de 2019 la inflación interanual se sitúe en 23%. Por otra parte, el oficialismo prevé que el año próximo el Producto Interno Bruto caiga 0,5% y que el precio del dólar se mantenga en 40 pesos argentinos. La rebaja del gasto público también implicará la reducción de subsidios al transporte, a la energía y a las obras públicas.

Otro de los sectores que se verá afectado por el recorte presupuestal será la educación, y por ello ayer los docentes de todos los niveles de la enseñanza pública hicieron un paro de 24 horas. De mañana se movilizaron hasta el Palacio Pizzurno, edificio en el que funciona el Ministerio de Educación, y posteriormente se sumaron a las masivas protestas en los alrededores del Congreso.

El paro de los gremios docentes fue convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera). La secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, afirmó que la iniciativa del presupuesto promovido por el gobierno de Macri está elaborada “bajo las directivas del FMI” y representa “un brutal ajuste en las partidas” para el sector educativo. Una de las condiciones para renegociar el millonario acuerdo con el organismo fue lograr equilibrio fiscal, lo que forzó al gobierno a buscar estrategias para reducir gastos. En declaraciones al diario Perfil, Alesso remarcó: “Nuestra pelea no es solamente salarial, estamos defendiendo el derecho social a la educación”.