El Ejército de Chile informó ayer que fue destituido de su cargo el director de la Escuela Militar, el coronel Germán Villarroel, como consecuencia del homenaje que se hizo en dependencias oficiales a Miguel Krassnoff Martchenko. Este represor, que fue agente de la DINA, cumple una condena de más de 600 años de prisión por crímenes cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Además, el Ejército informó que al general Miguel Krassnoff Bassa, hijo del represor, se le dio de baja como director de la Escuela de Idiomas del Ejército y que se acelerará su retiro. Él fue quien dio un discurso a favor de su padre en el homenaje.

Estas decisiones se adoptaron después de que el ministro de Defensa, Alberto Espina, ordenara que se abriera una investigación para determinar quién es responsable de ese homenaje, repudiado por las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

El Ejército manifestó que las sanciones se adoptaron “teniendo en consideración las responsabilidades de mando e individuales en cuanto a faltas a la disciplina que derivaron en un gravísimo daño provocado” a la institución. En su comunicado, agregó que no se quiso hacer un homenaje, sino que se trataba de “una competencia deportiva y de camaradería” en el marco de la cual Krassnoff hijo decidió dedicar su momento al frente del micrófono para referirse a su padre. La institución dice que se trató de un discurso “fuera del espíritu de tal evento” y “lamenta que se haya producido esta situación”. En ese discurso, Krassnoff Bassa agradeció varias veces la valentía de los presentes.

Distintos líderes políticos cuestionaron el homenaje. El presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Tellier, dijo que se trata de un hecho “muy grave” y exigió que se hicieran cambios en la dirección de la Escuela Militar. Por su parte, el presidente del Partido País Progresista, Camilo Lagos, fue un paso más allá, y dijo que espera que el gobierno ingrese un proyecto de ley que termine con la “apología de la dictadura” y que obligue a las Fuerzas Armadas a “eliminar cualquier vestigio cultural de la dictadura en sus instituciones”.

Además, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Chile, Carmen Hertz, le pidió a Espina que “cite de inmediato” al comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, y que “imponga medidas drásticas y ejemplarizadoras”.

Por su parte, en declaraciones a CNN Chile, la presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, exigió al presidente Sebastián Piñera que se pronuncie sobre lo sucedido. “El presidente de la República se debe pronunciar, porque es un hecho extremadamente grave. No puede ser que sólo hable el ministro de Defensa”, dijo.