A medida que se acerca la segunda vuelta de las elecciones brasileñas, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, endurece su discurso contra su competidor, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que es el favorito para la votación del 28 de octubre. Ayer, Haddad advirtió que si Bolsonaro es electo presidente va a “regularizar” a las milicias en Brasil, tal como sucedió en Filipinas desde que llegó al poder Rodrigo Duterte.

“¿Imagina que Brasil se convierte en un país de milicianos, como pasa hoy en Filipinas, por ejemplo? ¡Allí hay una guerra!”, advirtió Haddad durante una entrevista con la Rádio Metrópole, en Bahía. La regularización de las milicias en Filipinas, dijo Haddad, hizo que el Estado “saliera de escena” en materia de seguridad, para que ese lugar lo ocuparan los grupos armados. “Las personas están defendiéndose unas de otras”, algo que hizo que “la violencia explotara”, agregó.

Aunque Haddad no se refirió a propuestas específicas de Bolsonaro, hay algunas que apuntan en ese sentido. Por un lado, el candidato del Partido Social Liberal impulsa un cambio en la ley que establezca penas menores para policías y militares que estando de servicio hieran o maten a otra persona. Por otro, promueve que cualquiera pueda armarse, algo que habilita la formación de grupos armados. Además, con su discurso Bolsonaro ha fomentado la mano dura contra quienes cometen delitos y ha minimizado las muertes de inocentes en acciones de la Policía. El candidato del PT aseguró: “La violencia no nos va a llevar a ningún lugar; la falta de democracia, la intolerancia con los negros, con las mujeres, con los católicos, eso no nos va a llevar a ningún lugar”. En esta línea, agregó: “Vamos a congregar todas las fuerzas democráticas para vencer lo que en mi opinión sería el mayor retroceso de la historia del país”, en referencia a una victoria de Bolsonaro. Sin embargo, los esfuerzos de Haddad en este sentido no le han permitido sumar nuevos respaldos en los últimos días, más que los de las agrupaciones progresistas. Ni siquiera anunció su apoyo formal el Partido Democrático Laborista de Ciro Gomes, que resultó tercero en la primera vuelta del 7 de octubre, con 15% de los votos. Hasta ahora, los partidos de centro y de derecha tampoco han respaldado a Haddad, ni de manera orgánica ni con el apoyo personal de sus dirigentes. Haddad manifestó en una entrevista con la edición brasileña de El País de España que esto le genera sorpresa: “Me extraña que personas que lucharon por la democratización se mantengan neutrales ante una persona que apoya la dictadura y la tortura de forma manifiesta”, indicó.

Por su parte, Bolsonaro mantiene su discurso de ultraderecha, que no parece hacerle perder apoyos. Ayer visitó el Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar, una fuerza de reacción rápida que actúa en Río de Janeiro, y se comprometió a crear otro grupo de estas características en Brasilia. En una confusa parte de su discurso, dijo, después de felicitar al coronel que está a cargo de la fuerza, que en un eventual gobierno suyo “quienes van a mandar en Brasil serán los capitanes”, recordando que él es un capitán retirado del Ejército.

Los asesores de Bolsonaro presentaron ese encuentro como “una visita a amigos” y después se distribuyó un video en el que el candidato dice: “Pueden estar seguros de que tendremos a uno de los nuestros en la presidencia”.

Más tarde, en una entrevista con Rádio Jornal, Bolsonaro dijo, refiriéndose a cuestiones de seguridad, que su objetivo es que Brasil “sea como hace 40 o 50 años”. En torno al mismo tema, aseguró que “la prisión no recupera a nadie” y que su único objetivo debe ser “sacar al elemento de la sociedad”.