La fortuna de los herederos del dictador chileno Augusto Pinochet –viuda, cinco hijos, 12 nietos y cinco bisnietos–, que asciende a 16,24 millones de dólares, fue congelada ayer por la Justicia, a pedido del Consejo de Defensa del Estado (CDE). La solicitud se vincula con el llamado “caso Riggs”, por el que la Corte Suprema chilena ordenó decomisar bienes por 1,62 millones de dólares de los Pinochet. El dictador murió mientras era investigado por malversación de fondos públicos, falsificación de documentos y fraude fiscal.

A partir del fallo de la Corte Suprema, que concluye que los herederos “son adquirentes de mala fe y no podían menos que conocer el origen delictivo” de esos bienes, el CDE solicitó esta medida. Consideró que debe ser decomisada la totalidad del patrimonio “mal habido” por el dictador.