El concejal venezolano Fernando Albán, del partido opositor Primero Justicia (PJ), murió el lunes después de caer del décimo piso de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Caracas. Allí estaba detenido desde el viernes, acusado de haber participado en el atentado del 4 de agosto contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

La Fiscalía informó el lunes que Albán se suicidó, y aseguró que ya estaba en marcha una “exhaustiva investigación” para determinar las causas. El fiscal general venezolano, Tarek Saab, dijo que el concejal se lanzó desde el décimo piso del edificio cuando iba a ser trasladado a los tribunales para ser juzgado. Agregó que Albán solicitó ir al baño “y estando allí se lanzó al vacío”.

Más tarde, el ministro del Interior, Néstor Reverol, contó en Twitter que el dirigente de PJ se encontraba “en la sala de espera” del Sebin y “se lanzó por una ventana de las instalaciones cayendo al vacío”. Agregó que “un equipo multidisciplinario” de la cartera que dirige trabaja junto con la Fiscalía “para esclarecer este lamentable suceso”.

El partido PJ no cree que Albán se haya suicidado y alega que el concejal era una persona de “profundos valores cristianos”. Según denunció PJ, Albán fue “asesinado en manos del régimen de Nicolás Maduro”. La organización política opositora exigió “la verdad de las cosas” y señaló que lo ocurrido “demuestra lo peor de la dictadura: un sistema de muerte que penetra en la conciencia de quienes defendemos la libertad en Venezuela”.

El hecho provocó la reacción de otros dirigentes y partidos de la oposición venezolana, como Vente Venezuela, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y la Causa R, que enviaron sus condolencias a los familiares de Albán y afirmaron que el gobierno es responsable.

También el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, en una sesión completamente dedicada a la muerte de Albán, responsabilizó ayer al gobierno venezolano por el “homicidio” del concejal y pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos investigar su muerte. Durante el debate, los diputados coincidieron en que Albán murió “en circunstancias extrañas” y afirmaron que existen “contradicciones” entre la versión del fiscal general y la del ministro de Interior.

Ayer a última hora, y por separado, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior solicitaron investigaciones “transparentes” e “independientes” para aclarar las circunstancias de la muerte del político.