Las elecciones del domingo en Brasil, que dieron un amplio apoyo al ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal, que competirá en la segunda vuelta contra el candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, causaron reacciones de todas las formas y colores, especialmente visibles en las redes sociales.

Sin embargo, entre los gobiernos de la región, el de Argentina fue el único en pronunciarse. La Cancillería difundió en la misma madrugada de ayer un comunicado en el que “felicitó” a Brasil por la celebración de unas elecciones que, según el texto, “reafirmaron la fortaleza” de sus instituciones democráticas.

Unas horas después, el canciller argentino, Jorge Faurie, ahondó y dijo que el “posicionamiento” de los brasileños en la primera vuelta “mira hacia el futuro y no hacia el pasado”. En declaraciones a los medios, el canciller aseguró que el resultado del domingo es “claro, nítido”, pero insistió en que “Argentina quiere que el candidato que resulte ganador el próximo 28 de octubre sea aquel que le permita al Brasil consolidar su democracia, su institucionalidad y su economía”.

Específicamente sobre Bolsonaro, Faurie destacó que es una “nueva figura” que logró mantener “una diferenciación con las siguientes fuerzas políticas”. De todas formas, cuando le preguntaron si el gobierno del presidente, Mauricio Macri, tiene preferencia por alguno de los dos candidatos, el canciller dijo que intentará mantener buenas relaciones con quien sea elegido porque de eso se trata aceptar “la voluntad del pueblo”.

Por su parte, el diputado Felipe Solá, del opositor Partido Justicialista, dijo en Twitter que lo que pasa en Brasil “es un duro llamado de atención” que “obliga a ponerse de acuerdo” a los partidos y políticos “que quieren otro camino”.

En Chile, el gobierno no emitió declaraciones pero sí hubo comentarios cruzados desde la oposición. Uno de los primeros en posicionarse fue el senador Manuel José Ossandón, del partido de derecha Renovación Nacional (el del presidente, Sebastián Piñera), describió a Bolsonaro en Twitter como “el candidato por la seguridad y los valores” y dijo que los resultados demuestran que “los brasileños se cansaron, despertaron y salieron en masa a decir ‘no más izquierda’”. En el mismo mensaje, Ossandón también celebró la derrota de la ex presidenta Dilma Rousseff en su carrera al Senado.

Este y otros comentarios de legisladores fueron rechazados ayer por la Convergencia Progresista, formada recientemente por el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Radical (PR) y el Partido Socialista (PS) de Chile. “Me preocupan las expresiones que hemos escuchado de algunos políticos chilenos que tendrían que dar explicaciones del apoyo a un candidato que se opone a la democracia, que habla de que fue insuficiente torturar durante la dictadura, que tendría que haberse asesinado a los opositores, que denigra a las mujeres, que rechaza a las minorías. ¿Es eso lo que queremos en nuestro país?“, dijo el ex canciller Heraldo Muñoz, líder del PPD. Los líderes del PS y el PR, Álvaro Elizalde y Carlos Maldonado respectivamente, se manifestaron en el mismo sentido.