El ministro de Defensa israelí, el ultraderechista Avigdor Lieberman, renunció ayer al cargo debido a que el gobierno que encabeza el primer ministro Benjamin Netanyahu accedió a una tregua con el movimiento palestino Hamas en la franja de Gaza, después de un aumento en la intensidad de los enfrentamientos.

Durante la conferencia de prensa en la que anunció su dimisión, Lieberman dijo que “el alto el fuego de ayer junto al proceso de acuerdo para una calma es simplemente una rendición ante el terror” y que “no hay otra forma de definirlo”. Por otra parte, pidió “la celebración de elecciones generales lo más pronto posible”.

La renuncia significó un golpe para Netanyahu, que perdió a uno de sus aliados en la coalición de gobierno, y la situación se agravó cuando el ministro de Educación, el ultranacionalista Naftali Bennett, afirmó que su partido, Hogar Judío, sólo mantendrá su apoyo al gobierno del Likud si él ocupa el cargo que dejó vacante Lieberman, con quien tenía enfrentamientos de larga data.

Si Netanyahu no accede, la situación conduciría a elecciones anticipadas, ya que el primer ministro se quedaría sin los votos en el Parlamento para continuar con su mandato. De todas maneras, Netanyahu se mostró cauto y ayer respondió a sus críticos que “el liderazgo no consiste en hacer lo fácil sino en hacer lo correcto”.