En su asamblea general celebrada en Emiratos Árabes Unidos, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) eligió como nuevo presidente al surcoreano Kim Jong-yang, que se impuso al ruso Alexander Prokopchuk, cuya candidatura era vista con extremo recelo por Estados Unidos y Ucrania.

De hecho, en el comienzo de esta semana, cuatro senadores estadounidenses solicitaron en una carta abierta a los delegados de Interpol que rechazaran la candidatura del ruso. Los legisladores aseguraron que el Kremlin usaría a Interpol para “ajustar cuentas” con disidentes y acusaron a Prokopchuk de estar “personalmente involucrado en la estrategia de la intimidación” diseñada por Rusia para “debilitar las instituciones democráticas”, según informaron agencias internacionales.

Las horas previas a la elección estuvieron precedidas de una enorme presión, y el gobierno ruso acusó directamente a Estados Unidos de interferir políticamente en la elección. “No vimos esta carta, pero leímos las correspondientes noticias en los medios de prensa”, dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. “Probablemente sea una injerencia peculiar en el proceso de votación”, afirmó, de acuerdo con la agencia de noticias rusa Sputnik.

Finalmente, los estadounidenses y sus aliados ganaron la pulseada con la elección de Kim Jong-yang, un ex policía de 57 años que se desempeñó como jefe de Policía en Gyeonggi, la provincia más poblada de su país. El ahora presidente de Interpol ya era vicepresidente de esa institución, y de hecho había asumido la presidencia interina después de la desaparición de su predecesor, el chino Meng Hongwei.

Hongwei viajó a China desde Francia en setiembre, y luego de estar durante unos días desaparecido, reapareció como detenido por el gobierno chino, que lo acusa de aceptar sobornos, aunque no como responsable de Interpol. Según la Comisión Nacional de Supervisión –el organismo anticorrupción de China–, a Hongwei se lo acusa de corrupción en sus actividades internas en el gobierno de ese país. El ex presidente de Interpol, de 64 años, también había sido, al mismo tiempo, viceministro de Seguridad Pública de China. Después de su detención, renunció a ambos cargos el 7 de octubre.