Estados Unidos restableció oficialmente ayer las restricciones económicas contra Irán que habían sido levantadas en el marco del acuerdo firmado durante la administración de Barack Obama, en 2015, sobre el programa nuclear iraní. Según la disposición del gobierno de Donald Trump, más de 700 personas y compañías iraníes pasaron a integrar una “lista negra”.

“La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha introducido sanciones contra más de 700 personas, entidades, aviones y buques”, se afirma en el comunicado. Entre otros, la lista de restricciones incluye a la Organización de Energía Nuclear de Irán, sus 23 subsidiarias e individuos asociados, más de 50 bancos iraníes y sus filiales en el extranjero y domésticas, la aerolínea Irán Air y sus 67 aviones y las empresas Líneas Marítimas de la República Islámica de Irán, la Compañía Nacional Iraní de Buques Tanqueros, sus 23 subsidiarias e individuos asociados y sus 122 buques”.

Las nuevas sanciones congelan los activos que esas entidades y personas tengan en Estados Unidos e impide a los estadounidenses hacer negocios con ellas o facilitarlas, y también afecta a empresas de otros países que negocien con Irán.

El Plan de Acción Integral Conjunto, conocido como el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, fue firmado en 2015 por Irán, Reino Unido, China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania. A cambio del compromiso de Irán de no desarrollar ni adquirir armas nucleares, la Unión Europea y Washington acordaron levantar las sanciones internacionales que pesaban contra ese país. No obstante, en mayo Trump anunció que Estados Unidos decidió abandonar de manera unilateral el acuerdo.

“La imposición de una presión económica sin precedentes debería dejar claro al régimen iraní que se expone al aislamiento económico hasta que cambie su comportamiento desestabilizador. Irán tiene una opción: hacer un giro de 180 grados, renunciar a su curso ilegal y portarse como un país normal o enfrentar el derrumbe de su economía”, afirmó Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense.

Además, Pompeo declaró que ocho países quedarán exentos temporalmente de las sanciones, por seis meses, y podrán seguir comprando petróleo iraní por un tiempo más. Se trata de China, Taiwán, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur y Turquía.

El gobierno de Irán reaccionó de inmediato ante la medida de Estados Unidos. El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo que las políticas de Estados Unidos son contraproducentes y que los estados del mundo se oponen. “Estados Unidos desafió al máximo tribunal de la Organización de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad mediante la imposición de sanciones a Irán que se dirigen a las personas comunes”, escribió Zarif en Twitter, según consignó la agencia oficial iraní Fars.

El ministro agregó: “La intimidación de Estados Unidos es contraproducente, porque el mundo no puede permitir que Trump y compañía destruyan el orden global. Estados Unidos –y no Irán– está quedando aislado, mientras los estados del mundo se oponen a sus políticas unilaterales”. Por su parte el presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo que las medidas son “ilegales e injustas” y agregó: “El mayor objetivo de las sanciones del enemigo es nuestro pueblo”. El gobernante advirtió que su país va a seguir vendiendo petróleo y que resistirá “la presión” de la “guerra económica”.

La medida tampoco cayó muy bien en la Unión Europea. El comisario europeo de Asuntos Económicos, el francés Pierre Moscovici, dijo en una entrevista con la emisora France Info: “Tenemos que seguir afirmando una visión del mundo multilateralista, pacífica y que no esté en esa lógica de sanciones. La Unión Europea no aprueba la denuncia de ese acuerdo por parte de Donald Trump. Por lo tanto, no estamos en la misma sintonía”.

Por otro lado, la medida que tomó el gobierno de Trump fue muy bien recibida por dos de sus aliados estratégicos en Medio Oriente, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Ambos estados árabes, al igual que otros de la región, están enfrentados directamente con Irán. Además, con las nuevas sanciones impuestas a ese país, aumentará su venta de petróleo.

También saludó el paquete de sanciones el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que calificó el día de ayer de “histórico”. “Me gustaría dar las gracias de nuevo al presidente Trump por esta decisión valiente [...] que creo que contribuye a la estabilidad, la seguridad y la paz”, dijo ante diputados de su partido, Likud, según informaron medios israelíes.