Paul Manafort, que se desempeñó como jefe de la campaña electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, mintió repetidamente a los investigadores federales, en violación de un acuerdo de culpabilidad que firmó hace dos meses, según informó la fiscalía que está investigando la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
The New York Times publicó que los fiscales que trabajan para el fiscal especial, Robert Mueller, que está a cargo de esta investigación, dijeron que los “crímenes y mentiras” de Manafort sobre “una variedad de temas” los eximen de todas las promesas que le hicieron en el acuerdo de culpabilidad. El acusado había acordado colaborar con la Justicia a cambio de una reducción de la condena que puede llegar a recibir, luego de haberse declarado culpable de varios delitos financieros. Los abogados defensores de Manafort, por su parte, negaron que su cliente haya violado el acuerdo, y afirman que proporcionó información veraz.
Dado el punto muerto entre las partes, se le solicitó a la jueza Amy Berman Jackson, del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia, que fijara una fecha de sentencia para Manafort, que está desde junio en régimen de prisión preventiva en un centro de detención en la localidad de Alexandria, en el estado de Virginia.
Los cargos contra Manafort no están relacionados con su trabajo en la candidatura de Trump, pero la fiscalía especial tiene un mandato amplio para perseguir cualquier delito que encuentre durante la investigación sobre las conexiones de Rusia con la campaña del actual mandatario estadounidense.
Manafort fue acusado de fraude y de delitos económicos y se declaró culpable. Según la Justicia, el ex asesor de Trump supuestamente trabajó entre los años 2006 y 2017 para gobiernos extranjeros sin comunicárselo al Ejecutivo de Estados Unidos ni tampoco a las autoridades fiscales de ese país. De hecho, Manafort tuvo que renunciar como jefe de campaña de Trump porque se descubrió que había ocultado a las autoridades un pago de casi 13 millones de dólares que recibió por asesorar al depuesto presidente ucraniano Viktor Yanukóvich, recordó la agencia de noticias Efe.
Se prevé que Manafort enfrente una pena de prisión de diez años como mínimo. Está estipulado que su condena se conozca el 8 de febrero.
Paralelamente, ayer el diario inglés The Guardian aseguró que Manafort se reunió varias veces en forma secreta con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que desde el año 2012 se encuentra asilado en la embajada ecuatoriana en Londres. Según afirmaron fuentes del periódico británico, que no fueron presentadas con sus nombres, Manafort viajó a esa ciudad para ver a Assange en 2013, 2015 y 2016, período en el que se convirtió en una de las figuras clave de la carrera de Trump hacia la Casa Blanca. Por su parte, WikiLeaks negó enfáticamente esa información en su cuenta de Twitter y retó a The Guardian a apostar un millón de dólares, que el medio debería pagar si se comprueba que Manafort jamás conoció a Assange.
Una fuente del diario británico cuyo nombre no fue revelado afirmó que Manafort fue a ver a Assange en marzo de 2016, meses antes de que WikiLeaks lanzara una serie de correos electrónicos del Partido Demócrata estadounidense, robados por oficiales de la inteligencia rusa, que perjudicaron la candidatura de Hillary Clinton, la contrincante de Trump en las elecciones. “No está claro por qué Manafort quería ver a Assange y lo que se discutió, pero es probable que la última reunión esté bajo escrutinio y pueda interesarle a Robert Mueller, el fiscal especial que está investigando una supuesta conspiración entre la campaña de Trump y Rusia”, afirmó The Guardian.
Además, y vinculado a este caso, el lunes la Justicia estadounidense condenó a 14 días de prisión a George Papadopoulos, un ex asesor de Trump a quien se encontró culpable de haber mentido al FBI, en el marco de esta investigación liderada por Mueller sobre la llamada “trama rusa”.