La defensa de Luiz Inácio Lula de Silva presentó ayer un recurso ante el Supremo Tribunal Federal (STF) para pedir la libertad del ex presidente –que actualmente está preso en la ciudad de Curitiba– y la nulidad de su condena. Argumentaron que la futura incorporación del juez Sérgio Moro al equipo del presidente electo, Jair Bolsonaro, pone en duda su conducta profesional al frente de las investigaciones de la operación Lava Jato. El magistrado aceptó la semana pasada su designación como ministro de Justicia y Seguridad Pública del futuro gobierno, y asumirá el cargo el 1º de enero.
Como consecuencia de esta decisión, ayer Moro dejó de ser el juez del caso conocido como operación Lava Jato, que encabezaba desde 2013. Su reemplazante al frente de esa investigación sobre corrupción es la jueza Gabriela Hardt. “La dimensión política de las acciones realizadas por el juez Moro debe ser tenida en cuenta: cuando él incursiona en esta área se está alejando del legítimo ejercicio de la actividad jurisdiccional para convertirse en una parte interesada en el proceso”, afirma la defensa de Lula en el escrito presentado ante el STF, según informó Folha de São Paulo.
El ex presidente cumple una pena de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero. Sus abogados entienden que ahora han surgido datos nuevos que “confirman la necesidad de un análisis retrospectivo” de la actuación de Moro en el juicio al ex mandatario, que tuvo una evidente “repercusión en el proceso electoral que se llevó a cabo recientemente”.
Los abogados argumentan que Moro fue “parcial” y actuó con el objetivo de “prohibir la candidatura de Lula” en las elecciones del 28 de octubre. “Ahora este juez participará en un ministerio relevante en el gobierno del candidato electo, después de contactos con sus aliados en el transcurso del proceso electoral”, afirman. Por lo tanto, la defensa de Lula argumenta que el STF debe proceder a suspender a Moro, declarar todo el proceso nulo y restablecer la libertad plena del ex presidente.
En el escrito presentado ante el STF, los abogados concluyen: “Que no se busque paralelismo con la persecución política sufrida por Luiz Inácio Lula da Silva en los anales de la historia brasileña. La búsqueda será infructífera. Lula es víctima de una verdadera caza judicial perpetrada por un agente con toga que utilizó en forma indebida los expedientes jurídicos para perseguir políticamente a un ciudadano, buscando anular, una a una, sus libertades y sus derechos”.