La capital de Haití, Puerto Príncipe, fue escenario el domingo de una protesta que terminó con seis muertos, cinco heridos y 20 detenidos, según informó la Policía, aunque el balance de los organizadores de las manifestaciones elevó esas cifras a 11 muertos, 45 heridos y 75 detenidos. Las protestas fueron impulsadas por organizaciones y partidos opositores que exigen que se abra una investigación sobre el uso de más de 3.000 millones de dólares que recibió el gobierno de Haití como parte del programa Petrocaribe, creado en 2005 en Venezuela.
El año pasado, el Parlamento haitiano publicó un informe que involucra a 14 funcionarios del gobierno del ex presidente Michel Martelly en supuestas irregularidades en el uso de esos fondos, que inicialmente iban a ser invertidos en obras de infraestructura y en proyectos sociales. Sin embargo, la investigación parlamentaria no ha logrado determinar el destino de parte de esos recursos. Hasta ahora, nadie ha sido procesado por este caso.
Los manifestantes también exigían el domingo la renuncia del actual mandatario, Jovenel Moïse –quien llegó a la política de la mano de Martelly–, porque consideran que él también participó en la mala administración de los recursos de Petrocaribe. El líder opositor Moïse Jean Charles, de la Plataforma Pitit Dessalines, dijo el domingo a la prensa que la única manera de que se inicie un juicio por el caso de Petrocaribe es que el presidente abandone el poder. Ayer, la capital del país amaneció con escuelas y comercios cerrados, rutas cortadas y transporte público de emergencia.
La protesta en Puerto Príncipe, que con menos convocatoria fue replicada en otras ciudades del país, coincidió con la celebración del 215º aniversario de la batalla de Vertières, que llevó a Haití a la independencia en 1803. En el acto oficial de conmemoración de la fecha, el presidente haitiano llamó a “la unión, la paz y el diálogo” para “poder avanzar”.
En octubre, ante otra serie de protestas populares para exigir que se aclare el caso Petrocaribe, Moïse sustituyó a su jefe de gabinete y al secretario general de la presidencia, quienes están implicados en la investigación sobre corrupción. Días después de esos cambios, el primer ministro de Haití, Jean-Henry Céant, reiteró el compromiso del gobierno para que se investiguen las supuestas irregularidades en la gestión de esos fondos. Hasta el momento, no se han conocido avances en el caso.