Autoridades de Ucrania y de países integrantes de la Unión Europea (UE), así como las de Estados Unidos, desconocieron ayer las elecciones realizadas el domingo en Donetsk y Lugansk, dos autoproclamadas repúblicas ubicadas en el este del territorio ucraniano. Esas regiones, lideradas por separatistas pro rusos, proclamaron su independencia en febrero de 2014, luego de una crisis política en Ucrania que terminó con la salida de la presidencia de Viktor Yanukovich. Rebeldes de esos territorios mantuvieron desde entonces enfrentamientos armados con el Ejército ucraniano, en un conflicto que, según la Organización de las Naciones Unidas, ha costado la vida de más de 10.000 personas.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, rechazaron las elecciones, que calificaron de “ilegales e ilegítimas”, según informó la agencia de noticias DPA. Después de una reunión con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, llevada a cabo el domingo en París, ambos gobernantes dijeron que las “llamadas elecciones” socavan la integridad territorial y la soberanía de Ucrania.

Los habitantes de las regiones de Lugansk y Donetsk votaron el domingo para elegir nuevas autoridades, y los resultados confirmaron el liderazgo, respectivamente, de Leonid Pasechnik y Denis Pushilin, quienes ya gobernaban esos territorios.

Pushilin, de 37 años, fue nombrado gobernante de Donetsk para suceder a Alexander Zajarchenko, ex combatiente que murió en un atentado en agosto. En Lugansk, Pasechnik, de 48 años, está al frente del gobierno desde hace un año, cuando sustituyó a Igor Plotnitski.

Merkel y Macron pidieron a todas las partes en este conflicto que respeten los términos del Protocolo de Minsk de 2015, incluyendo el cese el fuego y la retirada de la artillería pesada y tropas de las líneas del frente.

Este protocolo, firmado por representantes de Ucrania, Rusia, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa intentó, sin éxito, poner fin al conflicto bélico que aún continúa en el este del territorio ucraniano.

Las elecciones del domingo se desarrollaron en medio de fuertes medidas de seguridad en estos territorios que apenas están comunicados con el resto de Ucrania. En estas zonas la moneda que circula es el rublo ruso, y los líderes separatistas tienen un fuerte apoyo entre la población. Los dos candidatos que se impusieron en los comicios del domingo prometieron a sus votantes la independencia y han llevado a cabo intentos de unirse formalmente a Rusia, aunque ambas repúblicas no han sido reconocidas por prácticamente ningún otro Estado –el único que lo ha hecho hasta el momento es Osetia del Sur, una pequeña república escindida de Georgia que cuenta con el reconocimiento formal de Rusia– y el gobierno de Vladimir Putin no ha dado el paso efectivo para quedarse con estos territorios.

Si bien los rusos apoyan de hecho a ambas repúblicas separatistas, tanto política como militarmente, están esperando a conocer lo que suceda en las elecciones que se llevarán a cabo en Ucrania en marzo. Rusia aspira a que Putin pueda tener un interlocutor más afín que Poroshenko, el actual mandatario ucraniano.

Según informó la agencia de noticias Efe, Vladislav Surkov, asesor del presidente ruso, hizo llegar un mensaje a los ganadores de la votación del domingo en el que manifiesta su “confianza en que los recién elegidos líderes harán todo lo posible para elevar los estándares de vida e implementar las obligaciones internacionales” en esos territorios, y destacó la alta participación, que las autoridades de Lugansk situaron en 77% y las de Donetsk en 80%.

Por su parte, Ucrania pidió a las potencias occidentales que impongan nuevas sanciones contra Rusia por participar en la organización de las elecciones en ambas repúblicas separatistas. “Están organizadas bajo las metralletas rusas en un territorio ocupado”, dijo el presidente ucraniano Poroshenko. Por otra parte, la jefa de la diplomacia de la UE, la italiana Federica Mogherini, dijo que estas elecciones no serán “reconocidas” por los 28 miembros del bloque. Y Kurt Volker, enviado especial de Estados Unidos para Ucrania, manifestó en su cuenta de Twitter que la población del este de ese país “estará mejor dentro de una Ucrania unificada en paz en lugar de en un estado policial de segunda clase dirigido por estafadores y matones, todos subsidiados por los contribuyentes rusos”.