Integrantes del gobierno oficialmente reconocido de Yemen y representantes de los rebeldes hutíes, enfrentados en una cruenta guerra desde 2015 que ha sumergido al país en una enorme crisis humanitaria, se encontrarán mañana en la localidad de Upsala, en Suecia, para comenzar los diálogos tendientes a poner punto final al conflicto.
El ministro de Relaciones Exteriores de Yemen, Jaled al Yamani, encabezará la delegación del gobierno en las negociaciones con los rebeldes hutíes, según informó el asesor presidencial yemení, Abdul Aziz Ahmad Jabari, al sitio ruso Sputnik. El asesor dijo además que el gobierno “está listo para abordar cualquier tema que conduzca al establecimiento de una paz real en el país”.
Por su parte, la delegación hutí partió ayer desde Saná, la capital yemení, hacia Suecia. Junto con ellos viajó el mediador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el británico Martin Griffiths, que se encontraba desde el lunes en Yemen junto a los insurgentes. Los rebeldes hutíes “no escatimarán ningún esfuerzo para hacer que vayan bien las negociaciones destinadas a restablecer la paz”, declaró a la agencia AFP Mohamed Abdelsalam, quien dirige la delegación rebelde, integrada por 12 miembros.
Una de las medidas que precedieron el encuentro en Suecia es la firma de un acuerdo entre el gobierno del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, quien se encuentra exiliado en la ciudad de Adén, en el sur del país, y los rebeldes, para el intercambio de centenares de prisioneros.
Hadi Haig, responsable de la cuestión de los detenidos para el gobierno yemení, declaró que el acuerdo firmado afectará a entre 1.500 y 2.000 miembros de las fuerzas gubernamentales y entre 1.000 y 1.500 rebeldes hutíes.
El lunes la evacuación de centenares de hutíes heridos hacia Omán representó una “medida de confianza” para desencallar el inicio de las negociaciones de paz en territorio sueco, declaró en un tuit Anwar Gargash, ministro de Relaciones Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, uno de los países que junto a Arabia Saudita y a otras naciones sunitas del mundo árabe lidera la coalición gubernamental que enfrenta a los rebeldes, que tienen bajo su control una parte importante del país, incluyendo Saná.
Los hutíes –quienes son predominantemente chiitas y cuentan con el apoyo de Irán– están enfrentados desde 2015 con el gobierno de Abd Rabbo Mansur Hadi. Según cifras oficiales, ya han muerto debido al conflicto más de 10.000 personas y cerca de 60.000 resultaron heridas, pero además dos tercios de la población yemení –cerca de 22 millones de habitantes– depende exclusivamente de la ayuda externa para poder subsistir, lo que ha generado la mayor crisis humanitaria que vive actualmente el mundo, con millones de personas al borde de la hambruna.