El presidente chileno, Sebastián Piñera, pidió ayer la renuncia del director general de Carabineros, Hermes Soto, y anunció que también se gestiona la dimisión de diez generales de esa institución. Afirmó que esa policía “necesita un nuevo liderazgo para poder enfrentar con mayor voluntad, velocidad y eficacia todos los problemas que la aquejan en el presente y los desafíos que deberá enfrentar en el futuro”.

El más reciente de los problemas que enfrentaron los carabineros fue la difusión de varios videos filmados el día que uno de sus integrantes mató a un joven mapuche, Camilo Catrillanca, mientras trabajaba en un tractor. Los cuatro funcionarios involucrados en este operativo habían negado que existieran esas imágenes que ahora fueron publicadas por los medios Chilevisión y Ciper, y que muestran que Catrillanca no murió en un tiroteo, como ellos afirmaron.

“Un grupo pequeño de carabineros ha provocado una grave crisis de credibilidad, probidad y eficacia en la labor que desarrolla Carabineros de Chile”, dijo Piñera. El presidente condenó “el uso y abuso en el uso de la fuerza, que ha costado la vida de ciudadanos inocentes”, así como “los ocultamientos, falsedades y obstrucciones a la Justicia” por parte de integrantes de esa institución.

Según informó el diario La Tercera, Soto se negó a presentar su renuncia, y de ese modo puede convertirse en el primer titular de Carabineros que sea destituido por el presidente.