Bruno Villalobos, que fue director de Carabineros de 2015 a 2018, fue procesado ayer por el juez Mario Carroza, que ordenó su prisión preventiva. Lo investiga como cómplice de las torturas que causaron la muerte del estudiante de ingeniería Patricio Manzano, de 21 años, en febrero de 1985.

Por entonces, el dictador Augusto Pinochet seguía en el poder en Chile y había decretado un estado de excepción en 1984. Este régimen impedía, entre otras actividades, los trabajos voluntarios con la comunidad que llevaba adelante la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en la zona de Los Andes, que había sido afectada por un terremoto, informó el diario La Tercera. A esas tareas se dedicaba Manzano cuando fue detenido por un grupo de carabineros liderado por Villalobos.

Junto a Manzano, los carabineros detuvieron a otros 173 estudiantes. Los llevaron a un espacio al aire libre en la Tercera Comisaría de Los Andes, donde los golpearon y los obligaron a hacer ejercicios bajo el sol por varias horas, sin permitirles tomar agua. Fue allí que Manzano sufrió un paro cardiorrespiratorio.

Ante la Justicia, el ahora general retirado Villalobos declaró que él no presenció “apremios” ni “castigos” en la comisaría, que estaba afuera de esas instalaciones y que sólo participó en el traslado de los estudiantes. Pero el juez Carroza, que el lunes acudió a ver por sí mismo el lugar donde murió Manzano, concluyó que las torturas existieron y que “era difícil” que Villalobos no supiera lo que pasaba adentro con 174 detenidos. Además del procesamiento de Villalobos, Carroza dispuso también el del coronel retirado Ruperto Soto Reyes, que fue comisario de Carabineros en Los Andes.