A través de una carta la Liga Árabe -organización que agrupa las naciones árabes de Medio Oriente y del norte de África- advirtió al presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro que el cambio de la embajada brasileña en Israel desde la ciudad de Tel Aviv a Jerusalén, podría perjudicar las relaciones entre estas naciones y Brasil.

La carta dirigida al futuro mandatario fue enviada por el secretario general de la Liga Árabe, el egipcio Ahmed Aboul-Gheit, y fue entregada en el inicio de esta semana al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, según informó a la agencia Reuters un diplomático árabe que pidió no ser identificado.

Bolsonaro durante su campaña electoral manifestó en varias ocasiones su afinidad con el Estado de Israel y alineándose con el presidente estadounidense Donald Trump, también dijo en una entrevista concedida al periódico israelí Israel Hayom que su intención era trasladar la embajada desde Tel Aviv hacia Jerusalén, reconociendo así de hecho a esta última ciudad como capital legítima de Israel, paso que significaría romper con la histórica línea diplomática brasileña respecto al conflicto de Medio Oriente, que siempre fue proclive a la solución de dos estados, uno palestino y otro israelí. Este anuncio generó una primera reacción de parte de la Liga Árabe y además provocó la cancelación por parte de Egipto de una visita que iba a realizar al país árabe el actual canciller brasileño, Aloysio Nunes.

Pero hay un factor que ha hecho que Bolsonaro no oficialice el cambio de sede de la embajada ni que haya dado por hecho el tema.

Brasil es uno de los mayores exportadores mundiales de carne halal -el tipo de carne apto para el consumo humano de acuerdo a la ley islámica- y el cambio de embajada acarrearía consecuencias comerciales directas para el país, situación con la que no quiere saber nada el potente lobby de los exportadores de carne -encabezado por las dos grandes empresas JBS y BRF- que ya le manifestaron a Bolsonaro que desestime la idea de mudar la sede diplomática a Jerusalén.

Ayer representantes de los países árabes con representación diplomática en Brasil -Arabia Saudita, Argelia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Kuwait, Palestina, Siria, Omán, Sudán, Marruecos, Jordania, Líbano, Túnez, Irak, Libia y Mauritania- se reunieron en Brasilia para tratar el tema. La Liga Árabe es uno de los principales socios comerciales de Brasil y el año pasado Brasil registró un superávit de más de 7.000 millones de dólares en transacciones con los países integrantes de ese bloque.

Si bien Bolsonaro en las últimas semanas no se refirió a este tema, sí lo hizo uno de sus hijos, Eduardo, quien durante una visita reciente a Washington en la que se entrevistó en la Casa Blanca con el yerno de Trump, Jared Kushner, afirmó que el cambio de sede de la embajada brasileña en Israel “no es una cuestión de sí, sino de cuando”.