Un grupo de más de 120 políticos e intelectuales de izquierda liderados por el economista francés Thomas Piketty y provenientes de 16 países europeos publicó en la noche del domingo un manifiesto en varios medios europeos influyentes en el que piden una profunda transformación de la Unión Europea. La consideran necesaria para democratizar el bloque y combatir el populismo de derecha, claramente en ascenso en la región.

“Transformar profundamente las instituciones y las políticas europeas” es el objetivo planteado en el manifiesto que fue publicado entre otros medios por Le Monde de Francia, The Guardian de Inglaterra, La Vanguardia de España, Der Spiegel de Alemania y La Reppublica de Italia.

El manifiesto publicado coincide con la decisión de la primera ministra británica, Theresa May, de postergar la votación crucial del Parlamento sobre el brexit. A su vez, este proceso es paralelo a una creciente ola de antieuropeísmo dentro de Europa y a las protestas de los “chalecos amarillos” en Francia.

Piketty y los otros firmantes del manifiesto argumentan que después del brexit y la formación de gobiernos antieuropeístas en diversos países miembros, “ya no es posible seguir como antes”. Advierten: “No es posible contentarse con esperar las próximas salidas, los próximos desmantelamientos, sin introducir ningún cambio fundamental en la actual Europa”.

Una de las principales propuestas de los firmantes es la creación de una Asamblea Europea compuesta por parlamentarios de las asambleas nacionales de los países de la UE. “Dicha Asamblea Europea tendrá que dialogar con las actuales instancias de decisión (en particular, el Eurogrupo, que reúne mensual e informalmente a los ministros de Economía de la eurozona), pero será ella la que decida en última instancia, en caso de desacuerdo. De otro modo quedaría comprometida su capacidad de convertirse en la sede de un nuevo espacio político transnacional donde puedan expresarse por fin partidos, movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales”, afirma el manifiesto. Esta Asamblea Europea estaría dotada de un presupuesto anual de 800.000 millones de euros, equivalente a 4% del Producto Interno Bruto de la UE.

En el documento se argumenta que muy poco del actual presupuesto de la UE se destina a financiar “políticas comunes relativas a los principales desafíos de nuestro siglo”. La idea que tienen los redactores del manifiesto para financiar ese presupuesto consiste en crear cuatro impuestos europeos: un tributo adicional de 15% sobre las ganancias corporativas, impuestos progresivos sobre los ingresos personales superiores a 100.000 euros y las propiedades individuales con un valor superior al millón de euros, y finalmente otro sobre empresas que sean responsables de emisiones de carbono.

De acuerdo con la iniciativa, la mitad del presupuesto se distribuiría como transferencias directas a los estados contribuyentes, un cuarto se destinaría a investigación, innovación y educación, mientras que el 25% restante se dividiría entre fondos para financiar proyectos para formas de crecimiento sostenible y la recepción e integración de los migrantes, otro asunto que está presente en la agenda de Europa.