Una columna de humo, ríos de magma y rocas fueron expulsados el sábado del volcán Anak Krakatau, ubicado en Indonesia, en el estrecho que separa a las islas de Sumatra y Java. Las autoridades creen que la erupción de este volcán, uno de los más de 100 que están activos en el país, tuvo como consecuencia un corrimiento de tierra submarina, lo que causó el tsunami que afectó la zona 25 minutos después, cuando olas de dos metros de altura golpearon las costas y avanzaron hasta 19 metros sobre la tierra.

En una de esas playas, Tanjung Lesung, se había congregado gente para escuchar a la banda indonesia Seventeen cuando las aguas empujaron el escenario contra el público. Entre los muertos que dejó ese incidente se encuentran el bajista y el mánager del grupo, mientras que otros tres de sus integrantes están desaparecidos, informó la agencia de noticias Efe. En otra playa, en la localidad de Anyer, los edificios de la costa se convirtieron en escombros, y el agua arrastró árboles, autos y rocas.

Como no hubo un terremoto fuerte, que activara las alarmas en esa zona, que tiene una actividad sísmica frecuente, no hubo una advertencia de tsunami que permitiera a la gente tomar precauciones y alejarse de las playas. Recién después de que ocurrió el desastre, se emitió una advertencia por la posibilidad de que se produjera un segundo tsunami.

Durante el fin de semana el número de víctimas no dejó de aumentar, y las autoridades estimaban que seguiría creciendo a medida que se accediera a lugares donde los servicios de emergencia todavía no habían llegado. Según los últimos números oficiales, murieron 222 personas, 28 desaparecieron y 843 sufrieron heridas. A su vez, de acuerdo con la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, los daños materiales se registraron en barcos, hoteles, viviendas y en infraestructura, lo que llevó a que varias personas deberían ser evacuadas.

Gobiernos de numerosos países ofrecieron asistencia humanitaria a Indonesia y expresaron sus condolencias al conocer la noticia. Un portavoz del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas, Herve Verhoosel, también ofreció apoyo y manifestó que ese programa está listo para que sus expertos apoyen al gobierno para evaluar los daños y respalden sus acciones para atender a la población afectada.