Emanuel Garay, de 18 años, murió en el primer día de entrenamiento para ingresar a la Policía de La Rioja en una jornada tras la cual 17 cadetes tuvieron que recibir atención médica. Uno de ellos continuaba ayer en estado grave. La muerte puso en debate la preparación que reciben los aspirantes y las prácticas a las que son sometidos.

Los jóvenes que participaron en el entrenamiento contaron que los hicieron ejercitarse sin parar durante más de seis horas y no los dejaban tomar agua, pese al calor. Al lugar en el que se desarrolló el entrenamiento de ese primer día lo llaman “la sartén” por la alta temperatura que acumula y porque el piso está tan caliente que causa quemaduras. Allí se desvaneció Emanuel, pero no lo atendieron. “El instructor decía: ‘Si se tiene que morir, que se muera, que lo dejen ahí’”, contó uno de los jóvenes que estuvo en el lugar. Después de unos 15 minutos lo movieron y lo pusieron en un costado para continuar con los ejercicios. Fue recién más tarde, cuando empezó a convulsionar, que llamaron a la enfermera. Ella le tiró agua pero él no reaccionó y llamaron a la emergencia. Estuvo internado cinco días antes de morir el domingo por “deshidratación aguda grave e insuficiencia renal” que derivó en una “falla multiorgánica”.

“Lo que pasó es gravísimo. Estamos consternados. No debió ocurrir”, dijo el ministro de Educación y portavoz del gobierno provincial, Juan Luna. El Ejecutivo de La Rioja presentó una denuncia penal contra la Escuela de Cadetes, suspendió su funcionamiento durante 30 días y despidió al jefe de Policía y al ministro de Seguridad.

Por su parte, la Justicia ordenó la detención de cuatro instructores y cuatro autoridades de la Escuela de Cadetes.

La familia de Garay reclamó que se avance rápidamente con la causa para que los culpables sean condenados. “A mi hermano lo torturaron”, dijo Roque Garay. Lo mismo argumenta el abogado de su familia, José Azcurra, quien también aseguró que “es un secreto a voces” que el de Emanuel “no es el primer caso”. Agregó que “hubo otras quejas por entrenamientos de mucho rigor, pero no hubo muertos”. También afirmó que la secretaría de Derechos Humanos local “conoce esta situación” y ha recibido denuncias, pero “las causas quedan cajoneadas, sin investigarse, y el tiempo pasa”. Por último, agregó: “Esperamos que la muerte de Emanuel sirva como bisagra para que se modifiquen este tipo de cosas”.

El secretario de Derechos Humanos de La Rioja, Delfor Brizuela, exigió a la Escuela de Cadetes que termine con estas prácticas, “reñidas con toda ley y criterio de humanidad”. También se pronunció en este sentido la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien manifestó en Twitter que siente “mucha tristeza” por la muerte de Garay. “Todos debemos redoblar esfuerzos para evitar que se repitan estas prácticas”, agregó.

Azcurra dijo también que, además de los ocho detenidos, otras seis personas están imputadas en la causa por “haber participado de forma directa ejecutando las órdenes para la tortura”. La causa no incluye sólo la muerte de Emanuel, sino también las heridas infligidas a todos los demás cadetes, y en su carátula incluye: “homicidio simple, lesiones graves, abandono de personas, incumplimiento de los deberes de funcionario público”.