La violencia de la guerra en Siria se concentró en los últimos días en una región dominada por milicias opositoras y cercana a Damasco, Guta Oriental, cuyo control trata de retomar el gobierno de Bashar al Assad. De acuerdo con datos de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde el domingo 4 murieron allí 346 personas y 878 sufrieron heridas, en su mayoría por ataques aéreos en zonas de viviendas.

“Estoy profundamente entristecido por el sufrimiento de la población civil en Guta Oriental”, donde “400.000 personas viven en el infierno en la tierra”, dijo ayer el secretario general de la ONU, António Guterres. El funcionario pidió una “suspensión inmediata de las hostilidades” para que la ayuda humanitaria pueda entrar a la zona y para que sean evacuadas unas 700 personas que necesitan, atención médica urgente, informó la agencia de noticias Efe.

La organización Médicos sin Fronteras divulgó ayer que los centros médicos con los que trabaja en esa zona de Siria –que no son todos los que funcionan allí– contabilizaron 237 muertos y 1.285 heridos desde el domingo 14, cuando aumentaron los ataques, hasta ayer de mañana. También advirtió en un comunicado que fueron dañados 13 de esos hospitales y clínicas, centros que además enfrentan la falta de distintos suministros médicos. “La necesidad de atención médica urgente y vital ahora en Guta Oriental es la más urgente de la que tenemos noticia desde que empezó la guerra” en 2011, manifestó Lorena Bilbao, responsable de operaciones de Médicos sin Fronteras en Siria. Los bombardeos a hospitales fueron calificados de “inaceptables” por el responsable para Siria de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Panos Moumtzis.

A su vez, la jefa en ese país del Comité Internacional de la Cruz Roja, Marianne Gasser, manifestó en un comunicado: “Parece que la lucha probablemente causará en los próximos días y semanas mucho más sufrimiento, y nuestros equipos necesitan que se les permita entrar en Guta Oriental para asistir a los heridos”. Agregó que “las víctimas heridas se están muriendo lentamente sólo porque no pueden ser tratadas a tiempo”, y que en algunas áreas “familias enteras no tienen ningún sitio seguro al que ir”.

El Consejo de Seguridad de la ONU negocia desde hace días una resolución que establezca una tregua humanitaria en Siria, informó Efe. La iniciativa, que abarcaría todo el país, es impulsada en particular por Suecia y Kuwait, y resistida por Rusia, que la considera poco realista. Ayer el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, pidió que el Consejo se Seguridad se reúna hoy para tratar la situación de Guta Oriental en particular.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó las acusaciones del Departamento de Estado estadounidense acerca de una supuesta participación rusa en los ataques en Guta Oriental. Según Serguéi Lavrov, el canciller ruso, en esa zona hay “provocaciones armadas” lanzadas por el Frente Al Nusra y milicias opositoras.

Ayer el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, dijo que hubo en la zona cientos de bombardeos aéreos y decenas de ataques por tierra que afectaron lugares en los que vive la población civil, y la gente tuvo que desplazarse hacia otras áreas en las que también corre peligro. Además, Al Hussein denunció que aumentaron los ataques aéreos contra las zonas de Damasco que están bajo control del gobierno de Al Assad, en las que murieron 15 civiles y otros 51 sufrieron heridas.