Sectores que eran irreconciliables hasta hace sólo unos meses y que se enfrentaron durante los primeros cuatro años del gobierno de Horacio Cartes ahora se aliaron para disputar las elecciones del 22 de abril. Los colorados, que sufrieron una división que hizo imposible que Cartes buscara la reelección, volvieron a unirse para acompañar la candidatura de Mario Abdo Benítez. El Frente Guasu y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) repiten la unión que en 2008 llevó a la presidencia al hoy senador Fernando Lugo –y cuyo fin derivó en su derrocamiento–, respaldando la fórmula conformada por el líder liberal Efraín Alegre y el periodista de izquierda Leo Rubin.
Autoritario, narcotraficante, contrabandista, inútil, borracho. Esos fueron algunos de los epítetos lanzados contra Cartes durante sus primeros años de gobierno. Pero no llegaron sólo desde la oposición, sino también desde el propio Partido Colorado. Ni bien comenzó el gobierno de Cartes, las bancadas coloradas se dividieron en dos, dejando aislado a Honor Colorado, el sector liderado por el presidente, que se mantuvo como su apoyo en el Congreso. En cambio, el sector disidente se alió en varias ocasiones con la oposición para frustrar proyectos impulsados por Cartes, algunas veces con el Frente Guasu y otras con el PLRA. Una de las iniciativas bloqueadas por una alianza entre colorados y liberales fue la de reformar la Constitución para habilitar la reelección, que actualmente está prohibida.
El enfrentamiento se mantuvo hasta la celebración de las internas, en diciembre, a las que los dos sectores llevaron distintos precandidatos. Cartes respaldó a su ex ministro de Hacienda Santiago Peña, a quien sólo un año antes había obligado a adherirse al Partido Colorado para mantenerse en su cargo. La disidencia impulsó a quien fue su líder durante los últimos cuatro años, Abdo Benítez, que resultó ganador de las internas con 51% de los votos.
Abdo Benítez, hijo de quien fue el secretario personal de Alfredo Stroessner, lidera el sector Colorado Añetete, que significa aproximadamente “Colorado de verdad”. Dentro del sector, Abdo Benítez, integra el movimiento que lidera el nieto del dictador, Alfredo Goli Stroessner, cuyo nombre es Paz y Progreso, el lema del stroessnismo.
La misma noche de las internas, Abdo Benítez llamó a dejar atrás las divisiones para ganar las elecciones: “Todos tenemos cicatrices, pero tendamos un puente para unir primero al PC y después a la familia paraguaya”, dijo.
Si el PC obtuviera un buen resultado en las elecciones legislativas y presidenciales de abril, Abdo Benítez podría enfrentar el mismo escenario que Cartes, ya que Honor Colorado obtuvo muchos más lugares en las listas para las cámaras del Congreso. La del Senado estará encabezada por el propio Cartes, lo que generó polémica en la justicia electoral, ya que la oposición cuestionó que el presidente pueda presentarse a elecciones y hacer campaña mientras se mantiene en el cargo.
Puntos débiles
Los cambios de postura de los que hasta hace poco eran enemigos entre los colorados son el principal punto de ataque de la Alianza Ganar, integrada por el Frente Guasu y el PLRA, así como punto de partida para notas y columnas de opinión en algunos medios de comunicación, como los diarios ABC y Última Hora, que han escrito distintos artículos sobre las contradicciones entre el discurso que tenían antes los colorados disidentes y el que exponen ahora desde la unidad electoral.
Otra fuente de noticias durante este tramo inicial de la campaña fue la denuncia presentada por una mujer indígena que acusa al candidato a vicepresidente de la Alianza Ganar, Rubin, de haberla violado cuando ella tenía 17 años y de ser el padre biológico de su hija. La mujer, de la que no se informó ni nombre ni edad, dijo que denunció lo sucedido en 2015 en la Consejería por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia pero que la investigación fue archivada por una “orden superior”. Rubin negó las acusaciones y se comprometió a hacerse un examen de paternidad; sin embargo, la mujer se negó a hacerle esa prueba a su hija.
El candidato aseguró desde un comienzo que esto es una campaña para desprestigiarlo y tanto él como otros dirigentes del Frente Guasu aseguraron que la negativa de la mujer a hacer el examen de paternidad es una manera de mantener estas acusaciones en vilo hasta las elecciones de abril.
Nunca se fue
Recién comenzada, la campaña electoral ha tenido poco contenido programático. Una de las propuestas que se destacan es, una vez más, la de modificar la Constitución para habilitar la reelección. Esta iniciativa marcó 2017, impulsada por el Partido Colorado, que quería postular a Cartes, y el Frente Guasu, que buscaba candidatear a Lugo. La división en torno a este tema llegó a tal punto que un grupo de senadores sesionó en una oficina, para evitar a quienes se oponían a la propuesta, y la aprobó, lo que generó fuertes protestas que terminaron con el incendio parcial del Congreso y la muerte de un militante liberal a manos de la Policía. Después de estos hechos, Cartes rechazó presentarse para obtener un nuevo mandato y se abandonó la iniciativa.
Sin embargo, el Partido Colorado no renuncia a la posibilidad de volver a candidatear a Cartes en futuras elecciones. Sus dirigentes y candidatos al Congreso han asegurado que durante el próximo gobierno impulsarán una enmienda constitucional para habilitar la reelección. En entrevista con la agencia de noticias Efe, Cartes dijo que “el destino mandó que se decida más adelante” al respecto, lo que implica un debate “justo y necesario”, por lo que la reelección será un “tema obligado” para el próximo gobierno. Además, Cartes consideró que con su gobierno se dejó atrás una etapa de la política que había generado “fobia y desprecio” por parte de la población y se inauguró un “modelo de transparencia” que espera que se mantenga.
Quizá lo más curioso con respecto al tema de la reelección sea que la están respaldando sectores que la rechazaron cuando esta posibilidad estuvo planteada hace sólo algunos meses. Entre ellos el propio Abdo Benítez, que lideró el sector disidente del Partido Colorado que se movilizó contra la propuesta y boicoteó su aprobación. Ahora dice que si se convierte en presidente promoverá la formación de una Convención Nacional Constituyente que incluirá tanto la reelección como “otras cosas mucho más importantes”. En declaraciones a Efe, afirmó: “Es necesario el debate de una reforma constitucional, pero tiene que haber un gran consenso, y quien lo lidere no tiene que ser beneficiado por ningún artículo, porque si no pierde autoridad moral y política”.
Perlitas
Pequeñas polémicas acompañan la gestión del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) en la previa de las elecciones de abril. Por ejemplo, el Frente Guasu se reunió el lunes con las autoridades del TSJE para defender su derecho de tener presencia en las mesas electorales, que son integradas por un delegado de cada uno de los tres partidos que tengan más representantes en el Congreso. La coalición de izquierda tuvo que hacer esta defensa después de que el representante del gobernante Partido Colorado en el TSJE, Wildo Almirón, solicitara que se excluyera a esta formación de las mesas electorales porque se trata de una coalición y no de un partido político, un pedido que fue aceptado por el órgano de contralor.
El Frente Guasu señaló entre sus argumentos que ya formó parte de las mesas en anteriores instancias electorales, por lo que es una situación ya saldada y no puede justificarse que ahora no esté si no se presentan nuevos elementos. A la salida de la reunión, dirigentes de la coalición manifestaron su deseo de que la situación se resuelva lo antes posible.
Si bien algunos dirigentes dijeron que confían en que esto será resuelto, el senador Carlos Filizzola consideró que varias “irregularidades” lo están haciendo “pensar” que puede ocurrir un “fraude electoral”.
Otra de las polémicas a las que se refería Filizzola se debió a la asignación de colores y números a las agrupaciones políticas. A diferencia de lo que sucede en otros países, esta distribución es hecha por la autoridad electoral, aunque respetando los colores que les ha tocado anteriormente a los partidos más antiguos. Así, el Partido Colorado tiene el rojo y el PLRA el azul, que son sus colores tradicionales. En cambio, la Alianza Ganar, por ser nueva, salió perjudicada: se le adjudicaron distintos colores para los diferentes departamentos del país –porque no se presenta con un único lema nacional–, y con uno de los diez tonos de verde en Asunción. El apoderado de la coalición, Rubén Ocampos, presentó un pedido para que se le asigne una imagen multicolor con la que pueda presentarse en todo el país, algo que enseguida fue contrarrestado por un recurso presentado por el representante del Partido Colorado. El TSJE todavía no adoptó una decisión en este sentido, pero parece poco probable que la solicitud de la Alianza Ganar sea atendida.
Otro reclamo de la Alianza Ganar que aparece con pocas posibilidades es el de que se inhabilite las candidaturas a senadores de Cartes y el vicepresidente Juan Afara, argumentando que quienes integran el Ejecutivo no deben distraerse con campañas electorales y que su mandato termina después de que empiece el del próximo Congreso. También pide que se inhabilite la del colorado Nicanor Duarte, señalando que por ser ex presidente tiene derecho a una banca vitalicia, con la que tiene voz pero no voto. Pese a estas objeciones presentadas ante el TSJE, los tres se mantienen como candidatos.
Otros nombres
Hay otros candidatos a la presidencia de Paraguay presentados por movimientos que tienen menos peso en la política paraguaya. El Partido Frente Amplio, una organización política fundada en 2002 que se identifica como de izquierda, presenta como candidato a Horacio Galeano Perrone, que fue ministro de Educación y Cultura de Andrés Rodríguez. El Movimiento Independiente Unámonos presenta como candidato al empresario Celino Ferreira, un conservador que reclama, por ejemplo, “terminar con la política populista del asistencialismo” y de “la caridad”. Otros nombres son el de Atanasio Galeano, un artista identificado con la lucha de movimientos izquierdistas y presentado como candidato por el Partido del Movimiento Patriótico Popular; el de Jaro Anzoategui, quien trabajó en la represa binacional Itaipú y fundó el Movimiento Nacional de Artistas del Paraguay, que se define “pro vida” y “defensor de la familia tradicional”; y el de Efraín Enríquez Gamón, conocido por su defensa de la soberanía paraguaya en Itaipú, cuyo nombre fue inscrito a las elecciones por el movimiento Soberanía Nacional Epay Paraguay.