Con 66% de los votos a favor, las bases del Partido Socialdemócrata (SPD) de Alemania aprobaron el acuerdo firmado por quien era su líder, Martin Schulz, y la canciller alemana, Angela Merkel, para conformar un nuevo gobierno liderado por ella. La aprobación termina con cinco meses de incertidumbre que comenzaron con las elecciones de fines de setiembre, que tanto a la gobernante Unión Cristianodemócrata (UCD) de Merkel como al SPD les dieron resultados peores que en la votación anterior, la de 2013. El crecimiento de la ultraderecha y la pérdida de popularidad de ambos partidos, que ya gobernaban en alianza, dejaron un escenario difícil para la formación de un nuevo gobierno.

Después de algunos intentos fallidos, la UCD y el SPD se sentaron a negociar las bases para un nuevo gobierno. Para eso tuvieron que vencer la renuencia interna de ambos partidos, que tenían sectores que se oponían a renovar lo que se conoce en Alemania como la Gran Coalición.

Schulz se enfrentó a una situación más difícil que la de Merkel. Recién había asumido el liderazgo del SPD el año pasado, en los meses previos a las elecciones, y varios de los integrantes de su partido consideraban que era una mejor opción una nueva convocatoria electoral que renovar el acuerdo con Merkel, una alianza que desde hace varias elecciones le resta votos al SPD. Pero los resultados que las encuestas preveían para unas nuevas elecciones llevaban a la misma situación: un Parlamento demasiado fraccionado como para conformar un gobierno que no contara con la UCD y el SPD. Esta previsión y algunas concesiones hechas por Merkel terminaron convenciendo primero a la dirección del SPD para que avalara la continuidad de las negociaciones y después a la militancia para que respaldara el texto final.

El liderazgo indiscutible de Merkel en la UCD le hizo el camino más fácil, pese a lo cual tuvo que hacer algunas concesiones en la interna, sobre todo cuando informó que el acuerdo incluye que el poderoso Ministerio de Finanzas quede en manos del SPD. Para moderar al sector más conservador de la UCD, Merkel ascendió dentro del gabinete a su líder, Jens Spahn, quien será titular de la cartera de Sanidad.

El extenso y arduo proceso de negociaciones entre la UCD y el SPD tuvo un gran costo para los líderes de ambas organizaciones políticas, que se mostraron dispuestos a dar un paso al costado para favorecer la renovación. Schulz renunció a la presidencia del SPD, recomendando que lo sustituya una de sus asesoras más cercanas, Andrea Nahles, y Merkel candidateó a Annegret Kramp-Karrenbauer para la secretaría general de su partido, el segundo cargo más importante de la UCD.

Está previsto que en las próximas semanas se den a conocer los nombres de todos los integrantes del gabinete y que a mediados de marzo se lleve a cabo la votación en el Parlamento para investir a Merkel como canciller por cuarto período consecutivo.