Unas 70 organizaciones sociales de Brasil reclamaron ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas que se haga justicia por el asesinato de la edila del Partido Socialismo y Libertad Marielle Franco, cometido la semana pasada. La feminista y activista por los derechos de las minorías Marina Tavares, una mujer negra, al igual que Franco, fue la elegida por las organizaciones para dar un breve discurso en el que recordó la historia de la edila. “Muchos que le dicen la verdad al poder en Brasil están enfrentando una violencia y estigmatización sin precedentes”, dijo Tavares, y denunció que el programa estatal de protección de testigos y, en particular, de los defensores de los derechos humanos no cuenta con los recursos necesarios, ni financieros ni de personal. Reclamó protección para Fernanda Chaves, la única sobreviviente del ataque a tiros del 14 de marzo, en el que también murió el chofer de Franco, Anderson Gomes.

Las organizaciones presentaron un escrito en el que, además de incluir estos puntos, repudiaron la intervención del Ejército en la seguridad de Río de Janeiro, ordenada por el presidente Michel Temer y en marcha desde mediados de febrero. “No ofrece protección a los pobladores de las comunidades afectadas. Además de ser una medida con interés electoral, su constitucionalidad es cuestionable”, dijo el articulador de las organizaciones que presentaron una denuncia por escrito por este tema, Paulo de Tarso Lugon Arantes.

El asesinato de Franco sigue movilizando a Brasil. El martes de noche, miles de personas marcharon en varias ciudades de ese país para recordarla y exigir justicia. Unos 30.000 manifestantes concurrieron al acto en Río de Janeiro, donde estaba la hermana de Franco, Anielle, quien se refirió a las acusaciones falsas que se difundieron después del asesinato, en particular a aquellas que la jueza Marília Castro Neves dio a conocer en sus redes sociales. “Marielle nunca fue bandida. Nosotras nunca fuimos financiadas por el narcotráfico y ella nunca se casó con un bandido. No van lograr destruir todo lo que mi hermana construyó”, aseguró.

Ayer se llevó a cabo una misa en recuerdo de Franco en una iglesia de Río de Janeiro. Anielle contó que antes de ese homenaje el papa Francisco llamó a su madre, Marinete Franco, para manifestarle su solidaridad y decirle que estaba “rezando por la familia”.

Más violencia

El martes fue asesinado en su vehículo el edil suplente de Río de Janeiro Paulo Henrique Dourado, conocido como Paulinho P9, del Partido Laborista Brasileño. Fue asesinado de varios tiros en la cabeza y la Policía tiene entre sus hipótesis de investigación la posibilidad de que haya sido un crimen con motivación política.

De acuerdo con datos de la Unión de Ediles de Brasil difundidos por la cadena O Globo, desde 2017 fueron asesinados 23 ediles y alcaldes cariocas. El presidente del organismo, Gilson Conzatti, dijo que la mayoría de ellos tenían un “perfil combativo”, eran personas “que buscaban fiscalizar, denunciar y llamar la atención” sobre problemas sociales y “acercarse a la sociedad”. Agregó que “cuando se mata a un agente político” que ocupa un cargo ejecutivo o legislativo “se mata un poquito nuestra democracia”.