En un acto que fue acompañado por decenas de manifestantes, fue presentado ayer un proyecto de ley para aprobar la despenalización del aborto en Argentina. La iniciativa fue apoyada por diputados de casi todos los partidos políticos y establece que “toda mujer tiene derecho a decidir voluntariamente la interrupción de su embarazo durante las primeras 14 semanas del proceso gestacional”. El texto agrega que en cualquier momento del embarazo la mujer también puede solicitar un aborto en los casos ya contemplados en el Código Penal: si es producto de una violación, si se presentan malformaciones graves o si hay riesgo de muerte para la madre.
El proyecto de ley prevé que las menores de 13 años deberán tener “el consentimiento con la asistencia” de al menos uno de sus padres. Establece que a partir de los 13 años se considera que la mujer “cuenta con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica y prestar el debido consentimiento”.
El documento fue presentado con la firma de 32 diputadas y 39 diputados, con una mayoría abrumadora de la oposición, especialmente del Frente para la Victoria, que aportó 38 firmas. Dos de los tres partidos que conforman la coalición de gobierno, Cambiemos, también cuentan con diputados que firmaron el proyecto: 14 de la Unión Cívica Radical y cinco de Propuesta Republicana, el partido del presidente Mauricio Macri. No hay respaldos de la Coalición Cívica –otro integrante de esa alianza–, cuya líder, la diputada Elisa Carrió, pidió que el proyecto sea retirado de la agenda legislativa “por respeto a las creencias”.
Es la séptima vez que llega al Congreso un proyecto de ley dirigido a despenalizar el aborto, pero en las ocasiones anteriores no había expectativas de que fuera a ser tratado, como sí las hay ahora. Se estima que en Argentina se practican unos 500.000 abortos clandestinos al año y que 60.000 mujeres son hospitalizadas por complicaciones derivadas de la intervención.
En la presentación de ayer, diputadas como Mayra Mendoza, del Frente para la Victoria, y Victoria Donda, de Libres del Sur, que encabezan la iniciativa, subrayaron la importancia de que los movimientos sociales se mantengan activos en este tema para presionar a los diputados y senadores de forma que promuevan el debate en el Congreso.