En la madrugada de ayer fue bombardeada una base aérea localizada en la ciudad de Homs, en el centro de Siria. El bombardeo ocurrió después de que el gobierno sirio y la oposición armada, respaldada por varios países, entre ellos Estados Unidos, se acusaran mutuamente de haber lanzado un ataque químico que mató a 42 personas.

El bombardeo sobre la base aérea causó la muerte de 14 personas, entre ellas cuatro asesores militares iraníes, informaron la agencia de noticias estatal SANA y otros medios sirios. Estos medios responsabilizaron a Estados Unidos por el ataque, pero el Pentágono negó haberlo lanzado. Finalmente, tanto el gobierno sirio como el ruso y el iraní, sus aliados, atribuyeron a Israel el bombardeo. “Dos F-15 de Israel atacaron la base [...] con ocho misiles de crucero disparados desde el espacio aéreo libanés, sin llegar a entrar en el espacio sirio”, dijo en un comunicado el Ministerio de Defensa ruso. Agregó que cinco de los misiles no llegaron a destino, porque fueron interceptados por la defensa aérea siria, y los otros tres impactaron en la base militar.

Autoridades israelíes evitaron ratificar o negar su responsabilidad en el ataque en sus respuestas a la agencia de noticias Efe. “Declinamos comentar”, dijo una portavoz del Ejército; “Sin comentarios”, dijo otra de la cancillería. En febrero Israel atacó esa base después de acusar a Irán de haberla utilizado para lanzar un ataque con drones, y rápidamente declaró haber lanzado ese bombardeo.

Pese a la falta de ratificación por parte de Israel, el Ejército libanés afirmó que cuatro aviones israelíes entraron en su espacio aéreo por el mar Mediterráneo, y la cadena NBC News informó, en base a dos fuentes del Pentágono, que el gobierno israelí reveló sus planes a Estados Unidos antes de llevarlos a cabo.

La sombra de Washington

La información publicada por NBC News parece respaldar una acusación que lanzó Siria ayer: que Israel no podría haber llevado adelante el ataque sin la colaboración de Estados Unidos. La agencia SANA informó que el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio envió una carta a la Secretaría General y al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la que asegura que el ataque, que da por hecho que fue realizado por Israel, no habría ocurrido “sin la luz verde de Estados Unidos”. Agrega que Israel puede continuar con sus “agresiones peligrosas” gracias al respaldo de Washington, que le brinda “inmunidad”. Por último, la nota advierte a las autoridades israelíes que los ataques tendrán “graves repercusiones” y que Siria “no dudará a la hora de ejercer el derecho a defender su territorio, su pueblo y su soberanía”.

A su vez, Estados Unidos se refirió a Siria, pero exclusivamente por el ataque químico, cuya responsabilidad atribuye al gobierno de Bashar al Assad. El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, dijo que su país “no descarta” adoptar acciones militares. Por su parte, el presidente, Donald Trump, dijo ayer que tomaría decisiones “muy importantes” en las próximas “24 o 48 horas” y advirtió que “ninguna opción está descartada”.

En paralelo, Estados Unidos propuso en el Consejo de Seguridad de la ONU que se ponga en marcha una investigación para atribuir responsabilidades por el uso de armas químicas en Siria. Esta es una solicitud que varios países han planteado de forma reiterada en el Consejo de Seguridad desde noviembre, cuando Rusia vetó la continuidad de una misión que tenía este objetivo –que llevaban adelante de manera conjunta la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas– con el argumento de que era parcial y no tenía credibilidad.